La revolución de la Libertad.

Otros valores morales necesita España, evidente y necesariamente, valientía y honestidad entre ellos, si quiere lograr el más minimo cambio en positivo; honestidad para salir de la amalgama de la corrupción moral de la sociedad gobernanda, esa que da permiso en las urnas a todas las demás corrupciones y que anima a refrendar a las listas de empleados de partidos corruptos, por otro lado, honestidad para evitar esa sabiduría innata del español de creer saberlo todo o considerar cualquier realidad contemplable como una mera opinión personal; y valentía, para afrontar ese cambio a lo desconocido, a lo que no está creado aún, a lo que procede, a lo nuevo, apartando de la moral lo recalcitrante y todo complejo que limite el pensamiento libre y con ello la acción de cada individuo. Emprender el camino sin ninguna obcecación o romanticismos ideológicos absurdos de complejo partidista hacia un verdadero y necesario cambio sociopolítico; una revolución, un proceso no necesariamente violento como habitualmente se cree sobre este término. Para que se dé tal cambio, tiene que haber una conquista, fuera del marco de la legislación o del Derecho, desde fuera de las leyes vigentes, una gran conquista colectiva, la de la Libertad Política Colectiva; concepto político descubierto por el jurista y abogado pensador Antonio García Trevijano, (foto), (1924-2018).

Tiene que ocurrir dicha conquista para que el pueblo español entre en un período de Libertad Constituyente y así poder elegir formas de Estado y de gobierno; el período de Libertad Constituyente será para constituir algo, ¿qué o cuál?, obviamente una constitución. Para tal cometido, es necesario y fundamental elegir unos diputados en calidad de Cortes Constituyentes, es decir, sabiendo quienes son, de persona a persona, y que cumplan con su única misión que es redactar una constitución que cumpla con la función principal de esta, que es separar a la Nación del Estado, es decir, separar poder Ejecutivo y Legislativo en elecciones por separado. Dos urnas diferentes y un sujeto único constituyente, el pueblo, que es el poder de manera colectiva y es constituyente (el hecho de elegir a mayorías es lo que a muchos les aterra, pero en cambio, es el principio principal en el que se basa la Libertad y la Democracia).

 

El objetivo.

Llegar a una constitución, donde haya una verdadera representación de los ciudadanos, es decir, que los convecinos de los diferentes distritos tengan a una persona que hable por ellos en su nombre donde ellos no pueden estar presentes, eso es el elemento de representación, elemento fundamental para que pueda existir democracia. No es necesario que sea de ningún partido o de ninguna ideología, basta con que sea leal y responsable a sus electores, a su distrito. Esa persona irá al Congreso o el Parlamento, formando parte de una Asamblea Nacional o Cámara de representantes que representa al poder Legislativo, lugar donde se hablará y se debatirá sobre la vida real de los individuos y de todo lo relacionado con los asuntos del pueblo, cada representante de su distrito defendiendo los intereses del mismo; no tiene que ir allí a hablar de China ni de Venezuela ni de los problemas que haya en Mongolia, esa persona no tiene ni debe saber sobre esos temas, su cometido tiene una única misión, que es mirar de manera leal y guardar por los intereses del distrito al que representa con independencia de su ideología o de la ideología del compañero de al lado; si además a este elemento de representación y cometido lo añadimos el mandato imperatido de los electores a los elegidos, conseguiríamos mejor calidad de este elemento representativo en cuanto a medida de control a los que los electodes apoderan para la misión, pues es una gran herramienta para que cumplan con su programa electoral, para que no se corrompan y para garantizar esa Libertad Política del ciudadano; en caso de corrupción o de no cumplimiento del programa electoral sería inmediatamente revocado sin esperar a las siguientes elecciones.

La elección de represenantes en todos los distritos forma la Cámara de representantes o Asamblea Nacional, formada tras el ejercicio de la libre elección de personas físicas, y no como sucede en la actualidad, con las listas de partidos que nadie sabe cómo han llegado hasta ahí (si lo sabemos, enchufes, amiguismos y demás corruptelas y fraudes), que no hay control sobre ellas de ningún tipo y que no representan al pueblo, pues no es el pueblo quien las elige, sino el jefe de partido al que se deben con mandato imperativo, son simples empleados del jefe de partido.

En esa Cámara será donde se fabricará o cambiarán las leyes que serán aprobadas según el peso que la fuerza de los electores la den, esto es, es el pueblo el que indirectamente participa mediante el representante de distrito, en la elaboración de las mismas leyes que ellos mismos tendrán que atenerse. No solo es que los convecinos tengan la libertad de elegir a quien les va a representar, sino que también tiene la libertad de que, si esa persona no cumple lo prometido o es un impostor, los convecinos, también en ejercicio de su Libertad Política, podrán tachar del puesto a esa persona y poner un suplente en su lugar, es decir, la Libertad Política no es solo poder elegir, también es poder revocar. Un mecanismo democrático con una medida de control de los ciudadanos al poder.

 

Período de Libertad Constituyente

El término de la Libertad Política se refiere a un tipo de Libertad, única, en singular y en mayusculas, ya que Libertad sólo hay una y es la misma para todos. Es la Libertad de todos para constituir las reglas del juego político fundamento del sujeto constituyente que es el pueblo y es permanente. Hoy en España y en todos los países tanto europeos como del resto del mundo no hay Libertad Política, no existe; es en EE. UU. el único lugar y primer ejemplo de conquista de su Libertad Política tras la Guerra de la Independencia de las 13 colonias. La Libertad Política tiene y debe de ser colectiva para ser constituyente, de no ser así, serán permisos o facultades otorgados desde un poder superior en forma de derechos y libertades individuales, que es lo que hoy y desde la Transacción española a la muerte del General Franco tenemos en España y desde la Segunda guerra mundial tienen en Europa. Libertades individuales y derechos que se confunden comunmente con la misma Libertad, craso error, pues dió pié a la confusion de creer, en este periodo al final de la dictadura franquista, que el pueblo español había encontrado la Libertad en singular y mayúsculas, cuando la realidad y el hecho es que, tan solo hubo una reforma de lo anterior habido mediante el permiso o la concesion de unos derechos y libertades individuales que provenían desde un poder ya constituido. Es por eso que, estos permisos en forma de derechos y libertades individuales no estén garantizados como vemos a menudo, y esa es la muestra de que no haya una verdadera constitucion, es la prueba de que no hubo nunca un período de Libertad Constituyente; ni en España ni en Europa hay Libertad porque nunca hubo un período de Libertad Constituyente, nunca hubo tal conquista y por eso no hay constitucion y por eso no hay democracia. Como vemos, esos derechos y libertades indiciduales, y como prueba de que son simples permisos o autorizaciones de un poder superior y que no están garantizados, vemos que igual que son otorgados también pueden ser retirados por el mismo poder que les otorgó; es algo que comunmente vemos a nuestro alrededor y en nuestras vidas cotidianas.

No será Libertad en singular ni la habrá cuando si sólo uno de los individuos que forman esa sociedad determinada no sea libre, es decir, con uno que no sea libre ya no lo será nadie, esto quiere decir que la Libertad de los demás constituye la de un sólo individuo de esa sociedad, esto es, sólo hay una Libertad y es la misma para todos. Para que esto se dé no puede haber libertad para unos para otros no, libertad para un rey y no para los ciudadanos, libertad para la clase dominante o gobernante y no para los ciudadanos, no libertad para el rico y para el pobre no; la Libertad en singular y en mayúsculas no es un privilegio otorgado, o es colectiva o no es Libertad, y, o es conquistada o es falsa. Todas las libertades individuales y derechos otorgados proceden de leyes, o a la inversa, estos son los motores. La conquista de esa Libertad Política deberá ser desde fuera del marco del Derecho establecido en esa sociedad o ese pueblo y de lo que digan las leyes vigentes, es así como será un poder constituyente; es la Libertad Política Colectiva del pueblo la que constituye las reglas de juego y no las Leyes las que dan la Libertad como generalmente se cree. Estos derechos e igualdad de oportunidades ahora sí en peso de las costumbres, cultura, tradición y conciencia del pueblo, estarán garantizados mediante una verdadera constitución creada en el ejercicio de la libertad Política de los ciudadanos.

 

¿Y quién otorga esa Libertad o cómo la conseguimos?.

Esa Libertad no la otorga ni la entrega nadie, no puede ser concedida por otro poder superior, es lo que sucede hoy precisamente, tenemos las libertades individuales y los Derechos que se nos han condedido, por lo tanto, permisos y autorizaciones otorgadas en forma de leyes orgánicas que son los motores del Derecho. Es y debe de ser una conquista, es decir, la Libertad es previa al Derecho, es el fundamento de Derecho. ¿Y cómo se conquista?, ¿habrá violencia?. Son cuestiones frecuentes y lógicas generalmente puesto que es algo totalmente desconocido, nunca en la historia se había dado este fenómeno, pero no solo en España, sino en el mundo entero, salvo como hemos dicho anteriormente en EE. UU. de América.

La conquista de la Libertad Política Colectiva no es un hecho único, es un proceso en el cual un pueblo, tras una serie de acontecimientos provocados desde la sociedad civil, hace caer y rompe con el poder en ese momento establecido. Cuando por ejemplo la forma de gobierno que hay es un Estado de partidos como sucede actualmente en España y lo que se pretende es cambiar las formas de Estado o de gobierno, o a los gobernantes, no podemos hacerlo como equivocadamente creen algunas personas desde dentro de ese margen legal, eso es imposible y jamás ha sucedido, nadie entra para cambiar nada ni entra para suicidarse así mismo, se entra para fortalecer lo que hay, para dar energías nuevas, es decir, las constituciones no son reformables (tema que trataremos y desarrollaremos más profundamente su contenido en otros artículos).

¿Qué es lo primero que se debe de hacer para poder cambiar algo o cual es el primer paso?, el primer paso que se debe de hacer si eres alguien que quiere cambiar algo cuando no hay democracia y lo que hay es un régimen de poder es no participar en ello, es decir, la abstención en conciencia, porque como decimos, toda participación dentro del marco legal refuerza el régimen de poder. Claro que no sólo es la abstención la que hará caer un gobierno o a la estructura de poder, obviamente que no, se necesita otras herramientas y medios que acompañen a la abstención, como por ejemplo la conciencia política, esto quiere decir que tiene que haber una conciencia de una parte mayoritaria de la sociedad para el cambio y con un objetivo mayoritariamente en común (2/3 aproximadamente de la sociedad), que gracias al fruto de la verdadera cultura política y de unos conocimientos básicos en la materia (y no lo que hoy se creen las personas que saben), haga una conciencia de cambio sabiendo el objetivo, sabiendo dónde se pisa, y una verdadera lucha de manera pacífica generalizada para provocar el cambio. Cuando esto sucede, cuando una mayoritaria parte de la sociedad se abstiene en conciencia, ya no queda más remedio que sentarnos a negociar, la clase estatal ya no tiene ese poder legitimador o apoyo moral que necesita de los ciudadanos en el mismo momento en que ese poder queda sujeto únicamente a la ley, ya no tiene el respaldo mayoritario popular.

Como decimos no solo es la abstención la que marca la ruptura, esta debe de ir acompañada de manifestaciones, pacíficas, en los lugares más importantes de la nación; como decimos, un proceso insistente y con un único objetivo que es abrir un periodo de libertad Constituyente. Las manifestaciones son un medio, pero no una manifestación cualquiera de indignados (un indignado es alguien que se indigna por los efectos del abuso de poder y desconoce las causas verdaderas de porqué se produce, ya que si conociera las causas no se indignaría, un indignado jamás puede valer para poder llegar a un cambio, no es ni puede ser alguien que valga para la acción política.), ni pidiendo libertad, ni democracia, ni derechos, ni nada de lo que actualmente estamos acostumbrados a ver en las calles, deben de ser manifestaciones guiadas por la misma conciencia colectiva, deben de ser bloques de personas o convecinos que estén unidos en conciencia para que, pacíficamente, manifiesten libremente su deseo de cambio a un periodo de Libertad Constituyente, repito siempre acompañado de una abstención en conciencia e intencionada. Por eso, el grado de cultura de lo político es imprescindible, sería lo que viene a ser la hegemonía cultural. Concepto que brevemente podemos definir como el conocimiento homogéneo cultural generalizado de una mayoría de individuos de una sociedad, no solo para provocar un cambio, sino también para mantener un conocimiento en el ámbito público que se convierta en un poder constituyente como defensa de un mal gobierno. Estos son algunos medios y herramientas que podemos usar para hacer caer un sistema o mejor dicho un régimen de poder.

 

La revolución.

Quiero hablar de revolución, en el sentido único que tiene el significado de la palabra, me refiero a un cambio sociopolítico. Porque, estamos acostumbrados y dada la ignorancia sobre este concepto, a ver que cuando se da una revolución o un proceso de revolución tiene que ser sangriento o violento y eso no es cierto. Es cierto que, han sucedido revoluciones en la historia, cambios que han venido de acontecimientos realmente violentos como el fracaso de la Revolución francesa (ilustración en la foto), la Revolución mejicana, la Revolución cubana, la misma Guerra de la Independencia de los EE. UU. de América, ejemplos de revoluciones que todos conocemos y todas ellas se produjeron con acontecimientos violentos. Los medios, películas y televisión nos muestran la palabra revolución como un concepto que nos transmite sangre y grandes disturbios y es por eso por lo que, a oídos generalmente de todos los individuos, suena muy exagerado o imposible al escucharlo de creer o llevar a cabo. Es un concepto también desconocido, por lo menos en España, ya que nunca hubo ninguna. Una revolución no tiene que ser violenta necesariamente como se cree, es todo lo contrario, el principio moral de una revolución no es destruir sino instruir. Una revolución es como su definición natural dice, un cambio nada más, ni reforma ni mejora, ni retoques, es un cambio de carácter sociopolítico, es decir, clase gobernada y gobernantes. Quiero hablar de un cambio verdadero y real, lo que estamos habituados a oír en la propaganda partidista es que todos llaman al cambio político para atraer espectros de votantes que ingenuos todos creen y piensan que desde dentro alguien cambiara algo y eso no es cierto ni mucho menos, ni ha ocurrido jamás ni puede ocurrir por mucho que se empeñen en querer confundirnos y manipular, jamás un sistema se puede cambiar desde dentro, jamás nadie puede cambiar las reglas de juego jugando a el mismo juego. El cambio se da cuando se da una ruptura con el poder establecido, cuando la nación tiene un vínculo de unión y todo individuo sabe la conducta que hay que seguir se puede dar la conquista de la Libertad Política Colectiva. Una vez esa conquista en manos del pueblo esta será permanente, para que mediante el ejercicio de esa Libertad, entonces sí, se pueda cambiar formas de gobernar y gobernantes, es decir, utilizar el período de Libertad Constituyente para su fin que es hacer una nueva constitución. Por eso, la Libertad Política Colectiva es fundadora, fundamental y fundante o permanente de todo el entramado sociopolítico, desde su conquista y en adelante. Un cambio no solo es tirar la casa vieja, que es lo que algunos no se atreven por miedo y temor al qué pasará, dado que después de derribar lo antiguo, en una revolución, no debe de quedar absolutamente nada de lo anterior, nadie ni nada. Tenemos que ver necesariamente una revolución desde el lado positivo, quiero pensar en la casa nueva a construir, en nuevas ilusiones, en el descubrimiento de lo que es la Libertad, en las nuevas formas y modos como sociedad, quiero pensar que una revolución es algo bueno y necesario cuando la situación lo requiere como es actualmente el caso de España; muy corrupto se debe de ser y muy sinvergüenza quien habiendo vivido ya 42 años de corruptelas y crímenes de la clase estatal y siendo éstas factor de gobierno y sistemáticas, tenga el valor de querer participar y agarrarse, apoyar y refrendar lo que una persona digna pretende cambiar. Todo realmente debe de volver a cero, nada más que la cultura, las costumbres y esas tradiciones serán factores para construir lo nuevo, será lo que dé personalidad a la Libertad Colectiva y a la forma de vivir de los ciudadanos como impulso y cimientos del futuro sistema. Un pensamiento y un modo de pensar valiente y sin remordimientos sería mirar más allá, en el nuevo edificio a construir que en el viejo por tirar; en el caso de España, a poco cualquier edificio nuevo que se construya, ya sea una choza, sería mejor que lo que hay hoy.

Ver una revolución como algo positivo y no como algo perjudicial es el ejercicio que tiene el pueblo español por desarrollar, ya que es necesaria y es inevitable puesto que el Régimen actual del 78” está quebrado y roto y lo que procede es el aprendizaje para tener cultura de lo político y hacer conciencia llegando a una hegemonía cultural, voluntaria e intencionadamente, la herramienta perfecta para poder llevar a cabo una revolución colectiva, pacífica y con un sentido en común de la sociedad y a encontrar la única alternativa a lo que hay que es la democracia. Aquellos a quien les pueda ocurrir ser los primeros en convencerse no tienen el derecho de perseguir a otros en quien la convicción opera más lentamente, es cuestion de tiempo.

 

Algunos impedimentos en contra de una revolución.

Todos aquellos que hablen de que el sistema se tiene que cambiar desde dentro o que no se puede cambiar y que es imposible, los que hablan de reformas, los que dicen que hay que votar a unos para que no salgan los otros, en realidad y resumidas cuentas son excusas para votar, aquellos que niegan lo anteriormente explicado quieren y prefieren seguir participando de lo que hay, serán, o ignorantes en la materia y no saben realmente de qué se trata estos conceptos, o si lo saben, sinvergüenzas por oportunismo sociológico porque no quieren la Libertad de sus iguales, ya sea por miedo, orgullo o cerrazón a que los demás puedan y tengan la capacidad de elegir también en libertad. Hay personas que no quieren la Libertad de todos y no quieren que nunca la haya, quieren seguir en la servidumbre voluntaria de ir a votar sin democracia y sin Libertad Política instituyendo amos que les dirijan sus vidas antes de que se elija verdaderamente en colectivo a mayorías, que es de lo que se trata la democracia precisamente. Es la Libertad Política lo único que se ha tapado, camuflado, malversado y apartado de la sociedad civil mediante los partidos políticos estatales y la propaganda mediática, es lo que la oligarquía de partidos actualmente en España trata de una manera u otra mediante mecanismos de despiste y disuasorios para que las mentes nunca lleguen a pensar ni a ver esa Libertad, que simplemente no la conozcan y que, como pasa en la actualidad, se ignore de ella y nadie tenga ni la más mínima noción de qué es y de qué se trata este concepto tan enorme y tan desconocido a la vez que existente, que es posible y ya se ha dado en la historia de la humanidad. De hecho, no hay medios de comunicación ni ninguna institución que hable o trate de ello, ni siquiera en las universidades, donde a diario se miente y se malversan los términos para que nadie conozca realmente de qué se trata la Libertad Política Colectiva.

Para eso también esta web, quiere transmitir el significado de esos conceptos políticos que nunca habíamos escuchado y que nadie nos había enseñado ni siquiera en los colegios, institutos ni universidades. Es curioso que no haya un medio que mente este término, que no se hable de ello, que no haya nadie que lo exponga en ningún canal, medio o institución o conferencia. ¿Qué sucede?, sucede que, en España, al ser todo del Estado y necesite generalmente una aprobación de la oficialidad de este todo está politizado, es lógico que el Estado mire por sus intereses y no se va a tirar piedras contra sí mismo dando la llave y las claves para que les quiten de ahí, así pues, también es lógico que nadie haya oído jamás oír o escuchar nada al respecto. España lleva sumida en una dictadura de 40 años y en un Régimen de poder como el Estado de partidos actual otros 42 años, y jamás ha conocido el pueblo español su libertad, siempre fue siervo del poder que otros le impusieron. El pueblo español fue y es hasta día de hoy siervo del poder obedeciendo y siguiendo en ejercicio de las libertades individuales y derechos que le han sido otorgadas de un poder superior y nunca desde su conquista, nunca ha podido elegir en ejercicio de su Libertad Política a ningún gobernante. Es por eso por lo que a menudo el poder del Estado tenga que sacar y en muchos casos inventar o improvisar acontecimientos para despistar y para confundir las mentes de las personas, precisamente en el intento de esconder y apartar del conocimiento de la sociedad el término de Libertad Política, y es, y sigue siendo a día de hoy, la intención del poder establecido en España. Es también el motivo y la razón principal por el cual el pueblo español se tiene que rebajar a su aprendizaje de este tipo de conceptos tan desconocidos, como decíamos al principio de este artículo, ser honestos con nosotros mismos y no creer saberlo todo, hacer conciencia mediante la cultura de la Libertad Política y de la Democracia que no tiene nada que ver con lo que hasta hoy nos vienen contando o nos han contado. Recordemos y tenemos que ser conscientes de que el pueblo español en cuanto a política se refiere es totalmente ignorante en la materia, la razón, porque si hubiera cultura de ello las personas sabrían que en España no hay democracia y que donde vivimos es un Régimen de poder, sabrían que los partidos son órganos estatales, sabrían que la izquierda y la derecha política no existen, sabría también que no hay constitución y que debido a eso no hay ni puede haber separación de los poderes, serían conscientes de que es la causa única de la corrupción cotidiana de la clase estatal. Sabiendo realmente lo que sucede simple y directamente no habría indignados,sabrían tantas cosas que hoy en día no saben, y no saben porque sabiéndolo se hubiera puesto remedio y el que lo sabe no lo pone por oportunismo o cobardía; es por eso por lo que no se sabe tanto como se cree saber. Y es que existe en España un síndrome que se llama síndrome de Danning Kruger (ilustración pintoresca en la imagen), que consiste en que una persona se cree más inteligente y se cree saber más de lo que realmente sabe, y eso es señores lo que predomina en España, el país donde se sabe mucho y no se sabe de nada. Es un placer, quiero comunicar, poder exponer a la vista todos estos artículos que son necesarios y útiles para la conciencia política, es vuestra atención y vuestro interés en conocer sobre lo político que es lo que a todos nos atañe, sois vosotros los lectores, que os hacéis un favor a vosotros mismos y a la conciencia y en conciencia de la sociedad mediante la descripción y definición de términos y hechos que están a la vista de todos, para que pueda haber un verdadero cambio y una verdadera conquista de la Libertad Política, un saludo cordial y seguiremos como no extendiéndonos en este concepto de Libertad Política Colectiva a lo largo del desarrollo de esta web.

La verdad, que no debe confundirse con el desencanto de las ilusiones, se corrompe con el silencio. La rebeldía no es insolente si expresa la falsedad que la provoca. La función de la rebeldía individual no es iluminar las tinieblas de la gran mentira política que no puede disipar, sino mantener encendida la antorcha de la verdad para que, llegado el momento de la acción colectiva, en los instantes cruciales de crisis del poder estatal, la parte más consciente de la sociedad sepa a donde ir y se deje guiar por el aire que mantuvo encendidas las antorchas de la libertad.”


(Antonio Garcia Trevijano).

 

HR Antonio, 20 de febrero de 2021

2 comentarios de “Revolución, cambio y Libertad Constituyente

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