Imagen, Cicerón denuncia a Catilina. 1889. Cesare Maccari

 

Libertad Política y representación del ciudadano

 

Hasta día de hoy, sólo existe una manera de hacer presente y que exista Libertad política en una sociedad, ese es el elemento de representación, que es el ejercicio popular mediante la libre elección uninominal del diputado de distrito a mayorías, esto es, la elección de personas físicas; ejercicio prohibido e imposible de realizar en España, totalmente desconocido hasta día de hoy. Un sistema que permite al individuo entrar a formar parte de la actividad política y le da la capacidad de participar en asuntos públicos, de tal manera que, así, no hay ningún impedimento de por medio para que el pueblo pueda avanzar como nación y tomar decisiones propias de los individuos, donde se formaría una opinión pública que no sería un mero hecho o decisión de gobierno o del Ejecutivo. Una opinión independiente de cualquier gobierno o gabinete ejecutivo, a favor o en contra de este, si se aplica a una separación de poderes que proceda de dos urnas diferentes para los ciudadanos. Con este sistema representativo, el pueblo, tendría en sus manos una medida de control al poder directa y eficaz, esto es, cuando el poder es corrupto o abusivo, estando presente siempre el principio de Libertad Política, no sólo tendría en su mano la capacidad de elección de personas físicas, sino también la de revocación de estas.

Que los españoles no tienen medios ni herramientas para poder influir, decidir o cambiar nada en el terreno político, eso es evidente y normal, si se atiende a la forma de gobierno actual, el Estado de partidos y, al sistema electoral en vigor (sistema de proporción de listas), donde se inhabilita de pleno la posible representación y cualquier tipo de opinión popular que pueda cambiar ni una micra de lo que desde el Ejecutivo o gobierno en funciones dicte; tampoco permite ni está concebido para la elección de nadie ni de nada, tan sólo se llevan a cabo ratificaciones de lo ya elegido por el poder. Si hubiera que señalar el mayor beneficio que trae consigo la existencia de Libertad Política, ese sería que, bajo ella, el gobierno en funciones no puede pasar por alto lo que piensa el pueblo, no en un sentido de ignorar a este, porque hoy al pueblo no se le ignora, se le presta atención a la demanda para así crear la oferta y llenar las urnas, hablo en el sentido de que, para que el gobierno arregle algo o tome cualquier decisión de cualquier tema, tiene que ser sólo con el visto bueno de los ciudadanos, eso es otro nivel para los españoles. Por lo tanto, es el sistema representativo el único (nadie ha descubierto otra cosa para que este fin político de participación ciudadana sea posible) capaz de hacer presente al individuo en los asuntos y decisiones públicas mediante el representante de distrito, no sólo eso, sino que será el conjunto de representantes de distrito la representación directa de la Nación en una Cámara de representantes o Asamblea Nacional, donde únicamente se habla de los asuntos públicos y cotidianos que realmente conciernen en cada uno de los distritos y, además, donde se elaboran las leyes que esos mismos ciudadanos, ahora sí, representados y activos en la vida política, tendrán que acatar; se refiere al poder Legislativo. En este artículo, quiero señalar de manera clara, breve y resumida los elementos descriptivos más relevantes sobre lo que abarca el sistema representativo y dónde podemos decir que está presente la Libertad Política de los ciudadanos, así como su origen, funciones y objetivos y ejemplos de países donde está establecido tal sistema; también he querido añadir un resumen comparativo del sistema representativo en relación con lo que está establecido en la actualidad en España. Sobre la terminología y conceptos que aparecen a lo largo de este resumen pretendo desarrollarlos en otros artículos más detalladamente y, así, hacer más hincapié y profundizar más en cada consideración.

 

Origen de la representación política.

Para tener una verdadera orientación en cuanto al origen de los sistemas políticos representativos hay que remontarse al siglo XIV, en 1522 en concreto, donde un filósofo pensador y teólogo de la época, Marsilio de Padua, relató la obra Defensor Pacis, un tratado de teoría política concebido a raíz de la crisis entre el poder del Imperio y la Iglesia. Contiene una crítica de las características más notables en la teoría y práctica de la representación política, donde incorpora el concepto de representación como función jurídica al derecho romano, que no consideraba este principio. Un dato extraordinariamente admirador y carente a día de hoy incluso en algunas sociedades, dadas las características despóticas e imperiales en el período donde Marsilio de Padua desarrolla su obra, sostiene una tesis donde señala en resumidas cuentas que, todos los ciudadanos tienen derecho a conocer todos los hechos de interés público y de deber, por causa y debido a su integridad cívica, así, dar el visto bueno a toda propuesta legislativa que se vaya a imponer sobre la comunidad. Dice Marsilio, que la existencia de semejante deber, refleja el modo en que la originaria sociedad política se conforma en torno a un cuerpo unido. Mantiene que la verdadera naturaleza de un gobierno representativo es aquel en el que el consentimiento de los miembros de la comunidad se concede la responsabilidad a unos representantes. Esta idea la hace surgir en un principio en imitación a las reuniones y congregaciones eclesiásticas (eran los representantes de las distintas congregaciones religiosas los que formaban un comité de carácter parlamentario) y permitía mediante un poder dado, representar a los que no están presentes ante terceros.

Siglos después, es en Inglaterra donde comienza el uso del sistema de representación en Europa, tras las guerras civiles de 1641-1652, período llamado Commonwealth, y sobretodo en la Revolución Gloriosa de 1688 (Representación en la foto de los movimientos civiles burgueses en ese momento revolucionario), con la aparición de movimientos radicales de la época, principalmente de la clase burguesa y los parlamentarios, que revindican más participación en la política del pueblo promoviendo desde la sociedad civil una lucha contra la Monarquía Absoluta católica. Idealizado por el filósofo John Locke quien crea las bases teóricas del Liberalismo político. Este fenómeno político desembocó en la oposición de la clase dominante por el miedo de esta a que el sistema representativo del pueblo tuviera demasiada influencia en el poder y se procede a poner límites y pautas para evitarlo como; la limitación del sufragio a propietarios, que fue un hecho temporal, influenciar a los parlamentarios en peso del gobierno monárquico, donde las consecuencias fueron desaparecer la separación de poderes de la Monarquía constitucional, equilibrar las relaciones entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, idea nacida de Montesquieu y que da cabida en EE.UU. a la Democracia Representativa y, la creación de partidos políticos para sostener a las masas lo que creó un entramado de corrupción en los partidos de masas y gobiernos.

Hasta día de hoy y desde su origen esto es lo que se conoce como Representación política, sistema de poder político que se basa en la idea liberalista y parlamentaria, donde el protagonista es el diputado de distrito que forma, en conjunto con otros representantes de distrito, la representación directa de la nación, lo que conocemos como Parlamento, Cámara de representantes o Asamblea Nacional.

 

La representación política

Para que podamos hablar de representación política debe de haber un contrato entre, el sujeto representado o mandante, en política los ciudadanos del distrito electoral y, el apoderado, representante o mandatario, que es el representante o diputado de distrito, mandatario y mandante o representado y representante. En el mundo jurídico, este contrato consiste en hacer presente a alguien o algo allá donde este está ausente mediante un intermediario ante terceros, allí donde un apoderado habla por su dueño o mandante cuando este no está presente, con mandato imperativo del mandante al mandatario y obedeciendo órdenes, ese papel o contrato sería en el mundo jurídico lo que todos conocemos como poder notarial. En política, al igual que en el mundo jurídico ya que ambos ámbitos, jurídico y político, los dos vienen del derecho, sucede exactamente lo mismo. El representante que sería el mandatario o apoderado es aquella persona elegida a mayorías en un determinado distrito para representar directamente lo que en su programa político haya presentado en la campaña preelectoral y ser leal al distrito. Ese sujeto, debe y tiene la obligación de cumplir a en su totalidad ese programa presentado, defender y atender todas las peticiones, propuestas y quejas de los ciudadanos y llevarlas tal cual ante el gobierno en una Cámara de representantes o Asamblea de representantes, allí donde los ciudadanos no pueden estar presentes (de ahí la diferencia y la distinción entre democracia directa que sería lo que vino a ser en la antigua Grecia o Roma, donde el pueblo participaba directamente en los asuntos políticos. Hoy eso sería algo imposible y utópico, dadas las características poblacionales de los distritos, al haber mucha más población, es por eso por lo que se precise del elemento representativo).

 

Funciones del sistema representativo.

Lo que significa la presencia de un sistema representativo es principalmente, aunque a lo largo del tiempo en determinados lugares se haya modificado atendiendo a acontecimientos históricos e intereses políticos, que la totalidad del pueblo o una gran mayoría de este, en ejercicio de su Libertad Política, ejerce el poder más alto tanto en la toma de decisiones, la elección de personas y la elección de estructuras de poder a través de la elección de diputados elegidos periódicamente por el pueblo. Este poder supremo debe poseerlo y recaer en el pueblo por completo. Este poder o elemento popular deberá estar reflejado en la constitución, dando la supremacía sustancial a dicho poder popular, y en caso de que no fuera así, la constitución no podría dar la estabilidad que precisa y caracteriza a un sistema representativo, esto es, que los que pueden ejercer poder estén permanentemente controlados por el pueblo y sean elegidos o revocados por este. Lo que precisa un sistema representativo es que esa supremacía práctica resida directamente en los representantes de distrito elegidos del pueblo.

Una de las cuestiones que nos puede surgir sobre las funciones que desempeña un sistema representativo es a lo que puede controlar y a lo que debe hacer una cámara de representantes; una de las principales misiones es la de controlar absolutamente todas las operaciones de gobierno y determinar que medios o canales para que se pueda ejercer mejor este control.

En todos los países donde es considerado el sistema representativo es entendido que esta cámara de representantes no trae consigo el papel de administrar, es decir, de funciones de gobierno o Ejecutivo; estaríamos hablando de que ya no sería un sistema democrático si el legislativo y lo que representa a la nación se metiera en asuntos del ejecutivo que pertenece al Estado; el deber que tiene la cámara de representantes no es el de tomar decisiones de gobierno sino asegurarse y controlar que las decisiones tomadas por el Ejecutivo sean las correctas y que las personas que las toman estén dentro de lo que favorece a la nación y cumplan con su cometido. Tampoco es conveniente ni favorable un partidismo interesado dentro de la cámara, pues lo que traería consigo sería una probabilidad alta de corrupción en el seno de la cámara en muchos aspectos, como por ejemplo, a la hora de aprobar las acciones de gobierno o a la hora de aprobar leyes o hacerlas.

Si hay algo que podemos destacar favorable en un sistema de representación para los que van a ser representados, es decir, el pueblo, es que, no solo se dé la elección de personas físicas (en la foto ejemplo de candidatura en un distrito electoral) y su revocación en caso de no cumplir, sino el hecho de que estas personas elegidas, si son corruptos o no, o son leales o no al distrito y al programa electoral, es el pueblo el que valora y vigila las actitudes que hacen que esas personas sean idóneas para asumir sus deberes y cumplir y ser leales, pues es el pueblo quien puede reconocer a estas personas a las que conocen directamente en el distrito, que pueden controlarla, examinar su trayectoria tanto porque les conozcan personalmente como por pruebas que presenten ellos o pruebas también de aquellos que pueden juzgarles. ¿Qué quiere decir todo esto?, quiere decir, que no hay mejor medida de control que la posibilidad o el hecho de poder conocer a la persona que tiene el cometido de representar y gestionar los asuntos públicos de uno, esto es, que cuando estas responsabilidades no son cumplidas o descuidadas dentro del margen del cometido del gestor (representante), se les puede pedir responsabilidades tanto en persona, en la oficina de distrito, como por medio de correos o llamadas.

Es responsabilidad de la cámara de representantes llevar el cometido de legislación, es decir, la fabricación o cambio de las leyes, desde esa misma cámara, mediante la elección de otra asamblea electiva sabedores en la materia de legislación, que sepan considerar la máxima establecida, una asamblea con experiencia y conocedores del terreno legislativo como elemento de inteligencia que tendrá el objetivo único de la construcción, reparación y control sobre las leyes que serán aprobadas o no por la cámara principal de representantes y, en el caso de no acuerdo mutuo entre ambas cámaras, devolver esa ley a la asamblea para que la modifiquen o hagan con ella lo que sea necesario. Un ejemplo en el mundo antiguo, en tiempos de la popular Ecclesia en Grecia (Imagen, Cicerón denuncia a Catilina. 1889. Cesare Maccari), donde se aprobaban los pséphismes (decretos y otras normativas públicas), donde se elegía una comisión no muy numerosa de expertos para el estudio, la fabricación o la modificación de leyes llamada Nomothetae. Es en la cámara de representantes donde la fuerza de la mayoría hará que cualquier propuesta de ley o la modificación de alguna de estas se promulgue y salga adelante en peso de la mayoría de la cámara que dará su consentimiento. Es una prueba unánime y absoluta para decir que existe Libertad Política de todos si existen los medios para que, en ejercicio de esa libertad, el pueblo pueda gobernarse por leyes admitidas por representantes directos del pueblo. Con esta medida de control, el pueblo, estaría protegido de cualquier influencia que un mal gobierno pudiera tener en el sistema Legislativo. La cámara de representantes no está ni debe estar capacitada para gobernar, la misión y función única de esta cámara está en vigilar y controlar precisamente al gobierno, Ejecutivo, hacer que su acción política salga de manera transparente a la luz y a la vista de todo ciudadano, obligarle a exponer por completo, justificar todo acto que se considere cuestionable y censurarle si ha de ser censurado. Si las personas que ocupan los cargo del ejecutivo abusan del poder o le dan mal uso denunciarlo para que el pueblo dirima ese conflicto entre los dos poderes.

Estos son algunos de los poderes principales que otorga la Libertad Política y el sistema representativo a la nación, al pueblo, que mediante la cámara de representantes proporcionan a los individuos una herramienta para el control de agravios y, además, es un medio para la exposición de la opinión pública. No sólo es la opinión general del país lo que representa esta cámara, sino también la opinión de cada individuo porque está representada dentro de la cámara. En esta cámara cada individuo encuentra a alguien que hable por él, incluso mejor que lo podría hacer el mismo, no sólo ante personas de la misma idea o partidarios, sino frente a ideas opuestas. La cámara de representación de la nación es un lugar donde también las minorías están representadas, donde la opinión minoritaria es tomada en cuenta y escuchada. En un sistema representativo es el pueblo el que habla cara a cara y se hace valer ante el gobierno que es el Estado.

Es en las cámaras de representación de la nación donde se debate y se habla sólo y exclusivamente de lo que al ciudadano le atañe, sobre los intereses públicos y del país; cada sentencia o recurrencia que aparezca representa la idea o la opinión de algún sector de esa sociedad ya sea esta pequeña o grande. Es hasta día de hoy, el único modo, la única forma de institución política que garantiza la Libertad política de los individuos de una nación, teniendo el poder soberano de promulgar las leyes y controlar el gobierno (Ejecutivo) y la administración de los asuntos generales de la nación.

 

Algunos sistemas representativos en Europa y en el mundo.

Ejemplos donde podemos encontrar sistemas representativos son en países como Francia, Inglaterra, Suiza, o EE. UU., tienen en sus formas de gobierno un sistema representativo, eso quiere decir, que la libertad de elección de los individuos es real y existe y hay un principio de elección sujeto a la Libertad Política de cada ciudadano. En Estados Unidos la forma de gobierno es la Democracia representativa, quiere decir esto que, aunque tenga sus fallos, aún en la Constitución vigente actualmente consta una separación de poderes entre el Ejecutivo, con elección en circunscripción nacional del presidente del gobierno (a este tipo de elección en circunscripción nacional se lo denomina Presidencialismo), y el Legislativo, con la elección por distritos de cámara de representantes y el Senado. En Inglaterra está en vigor actualmente un Régimen parlamentario, pendiente de una Monarquía Parlamentaria, ya que el poder y donde se fabrican las leyes es en el Parlamento (en la foto la Cámara de los Comunes en Londres); se puede contemplar la existencia del elemento representativo con la elección uninominal del diputado de distrito, aunque aquí sólo se da a una vuelta, donde gana el que más votos haya sacado, por este motivo se da lo que se llama la paradoja de Arrow; es régimen de poder y no sistema de poder, porque no hay constitución como tal, es decir, no sanciona ninguna separación de los poderes Legislativo y Ejecutivo ya que es el Parlamento o también conocida como La Cámara de los Comunes quien elige al Primer Ministro o presidente del Ejecutivo. En Francia no podemos decir que sea del todo una democracia pero alcanza el grado democrático en el sentido de que existe representación del ciudadano, en Francia es a doble vuelta, los ciudadanos franceses eligen a su representante de distrito una vez hecha la primera vuelta, en el caso de que no haya ganador por mayoría absoluta, se realizará otra vuelta con los dos que más votos han sacado en la primera, y ahora sí, a mayoría absoluta y dando la oportunidad a todos los ciudadanos del distrito otra vez, evitando en la segunda vuelta la llamada paradoja de Arrow para que los perdedores tengan la oportunidad también de votar al que va a ser ganador a diputado de distrito, así se considera que es más democrático con la participación de todos en el caso de doble vuelta. Hay también separación de los poderes, pero lo que hace que no llegue a ser del todo democracia es que el Legislativo puede interferir en cuestiones o decisiones del Ejecutivo y, también, porque los partidos pertenecen al Estado, con lo cual, hace que no llegue a contemplarse una Democracia en su totalidad. Sólo en Inglaterra se realiza a una vuelta. También en Suiza se da el elemento de representación, en el resto de Europa continental no hay ningún otro país donde podamos encontrar ni un elemento representativo en ninguna forma de gobierno, ni en Alemania, ni Italia, ni Noruega, ni España, ni Portugal o Grecia, ni ningún otro país que esté en la Europa continental. Todos estos países mencionados excepto los que tienen en su forma de gobierno sistemas representativos como Francia o Inglaterra, tienen como formas de gobierno el Estado de partido u oligarquías de partido, donde no existe de hecho ningún elemento de representación del pueblo gobernado, se basan en la identificación de los individuos con los grandes partidos de masas.

 

Qué tenemos en España.

En España hay como forma de gobierno un Estado de partidos o Partidocracia vulgarmente hablando, que pende y está sujeto a una Monarquía de partidos y no parlamentaria o constitucional como se suele confundir o estamos entendidos. Según el Tribunal Constitucional de la Jurisprudencia europeo, que es el de Bonn, en 1956 describe esta forma de gobierno que está instaurada en la mayoría de los países que forman la Europa continental. Se puede observar en la definición y en el objetivo de esta forma de gobierno la eliminación de todo elemento de representación del pueblo cambiándolo por elementos de identificación, esto es, que los individuos no están representados por personas físicas en el parlamento, sino que, el pueblo participa en el mundo político mediante la identificación de los individuos con los grandes partidos de masas. Reconoce en su declaración a través del director y jurista en ese momento Gerard Leibholz que; _el objetivo no es la representación de nada ni de nadie y que lo que se pretende es integrar a las masas en el Estado mediante la participación de estas en las urnas_. No sólo podemos contemplar en el Tribunal Constitucional europeo que en España hay un Estado de partidos, también en las declaraciones del primer presidente del Tribunal Constitucional en España, Fernando García Pelayo, donde lo describe en el Art.6. de la Carta otorgada de 1978 declarando que; en España hay un Estado de partidos. Este hecho supone una verdadera confusión actual para los individuos en el Estado de partidos en España a la hora de expresar sus ideas o pensamientos políticos, pensando que están representados por los partidos y pueden ellos tomar decisiones en el ámbito político.

En España no existe la representación política; primero porque el sistema no es representativo y el sistema de votación de proporción de listas no está concebido para la elección de personas físicas ni es representativo de nadie. El sistema de proporción de listas (en la foto la representación del sistema proporcional de listas de partidos) sólo sirve y tiene una única utilidad y cometido para el reparto proporcional del poder del Estado en cuotas a proporción de los votos captados por las facciones estatales, y por parte del pueblo, ratificar las listas que el jefe de partido pone ahí (de hecho es un sistema de votaciones que es precisamente lo opuesto a cualquier sistema de representación que exista), y, además, para lo único que sirve votar en el Estado de partidos es para legitimar el poder que está establecido en el Estado, es decir, la aprobación moral del pueblo para dar legitimación del Régimen de poder establecido, como sucedía cuando se acudía a la urna en la dictadura del General militar Francisco Franco. Ningún partido o personas de la clase estatal en España es, ni puede ser, representativo o representante de nada ni de nadie mientras haya establecido un Estado de partidos. Lo que ocurre en su lugar simplemente es que los individuos se identifican con los colores de las facciones del Estado, pero eso no quiere decir que exista representación de los individuos, por lo tanto de la Nación tampoco. Es la propaganda partidista de algunas facciones del Estado y el desconocimiento de los individuos sobremanera de lo que es un sistema representativo, lo que provoca una gran confusión entre las personas hablando de representación, que creen ellos que están representados políticamente por los diputados del Congreso o por los partidos políticos; es una auténtica mentira fruto de la propaganda de todas las instituciones estatales que exponen el elemento representativo como oferta política cuando este elemento no existe, una verdadera farsa y traición a los electores, porque nadie ni nada en el Estado de partidos es representativo ni representante de nadie. Sólo con atender esa relación económica financiera que desde el Estado se carga en peso de los partidos dependiendo de los votos que estos capten, esto es, cada uno se debe a quien le paga, con lo cual, los partidos u órganos estatales miran y se deben solo y únicamente a intereses de partido o del Estado.

En España no existe la Representación política, existe la integración de las masas en el Estado mediante los procesos de votación a los partidos estatales. Ningún individuo está representado por nadie, no hay puente de unión entre el Estado y los individuos, sólo la integración de estos dentro del Estado mediante el ejercicio en las urnas del fraude de las votaciones. Para que hubiera un mínimo de representación popular, los partidos, al menos deberían estar y residir en la sociedad civil y no en el Estado, así serían un puente de unión y una herramienta para hacer hablar al pueblo ante el gobierno o el Ejecutivo. Si no hay control del poder, es decir, si no hay Libertad Política para elegir personas, revocarlas y poder acceder a ellas, no podemos hablar de que exista ninguna clase de gobierno o sistema representativo. En el caso que ocurre con los partidos políticos en España, jamás nunca hubo ninguno en cuarenta y dos años que cumpliera lo prometido en la campaña electoral, cuando un ciudadano quiere pedir cuentas de ello no tiene dónde ni a quién acudir, no hay nadie que mire por ello, tan sólo esperar a las siguientes elecciones y tener que creer otra vez los programas electorales de los partidos políticos, que nunca se cumplen ni están controlados.

 

Reflexión personal

Poco se fijan las personas, los individuos en España, de las verdaderas causas del mal uso y el abuso de la política, de la malversación y corrupción en el Estado de partidos que se puede contemplar día a día en España desde hace ya cuarenta y dos años. Por ideología, tradición, o simplemente por cerrazón y orgullo, se cree o se piensa que la clase estatal, es decir, los partidos políticos, sindicatos y patronal, son los elementos que nos representan en el ámbito político, económico y laboral; nadie se fija que todos son facciones u órganos permanentes del Estado, que pertenecen y forman parte de este y, que no son representantes de nadie puesto que uno sólo se debe a quien le paga o financia, quiere decir esto, que financiados con dinero del contribuyente que dispone el Estado sólo tendrán intereses en favor del Estado o del partido y no del ciudadano. Existe un alto grado de fascismo, pues son los partidos que tienen como cometido único en esta forma de gobierno de la partitocracia, la integración de las masas en el Estado declarado por el Tribunal Constitucional europeo, objetivo único también de todas las dictaduras de principios y mediados del siglo XX, como Mussolini con el Faccio, Hitler en el partido Nazi en Alemania y Franco en España como la Falange. Un alto grado totalitario también porque aceptan ser comprados por el elemento jurídico de la nación, aceptan ser financiados por el Estado cometiendo dos delitos, uno la propia aceptación de dinero público y otro delito que consuma la peor de las corrupciones políticas que es presentarse a las elecciones con dinero que no tienen sus competidores. Es necesario señalar, que la falta de Libertad Política y, así, también de ningún elemento de representación ciudadana para poder elegir y revocar a nuestro gobernantes, es una de las principales causas del incesante deterioro social y político que está presente en todo momento en la sociedad española; unida también a otra causa de otro fenómeno y gran problema que es el de la corrupción, la ausencia de constitución, es decir de separación de poderes, que es causa única y primera de la infinita corrupción institucional de la clase estatal, desde el rey hasta el último concejal, no lo digo yo, eso está a la vista de cualquiera que no sea ni ciego ni ningún interesado u oportunista en que esto siga y continúe tal y como venimos viéndolo durante estas más de cuatro décadas.

 

HR Antonio, 7 de febrero de 2021.

3 comentarios de “Libertad política y representación del ciudadano

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