El puzle del franquismo en el año 2024

 

Temas: Dictadura, oligarquía y democracia. Derechos y libertades individuales. Reforma política. Partidos estatales. Estado y nación. Legalidad y legitimidad. Degeneración política y social.

 

Nadie habla de mejor o peor, aunque, en términos políticos y sociales, los efectos de una forma degenerada, como es la dictadura, comparados con su propia degeneración, como marcan los clásicos políticos, produce muchísimo más desgaste y corrosión, tanto moral como política, el efecto que produce en un Estado-nación la forma de gobierno de la oligarquía. Hoy, precisamente de partidos estatales. Incluso mucho más perniciosa y agravante por su discreción técnica de dominación, porque produce confusión en la sociedad, algo que no sucedía en el Régimen dictatorial anterior, debido a la capciosidad que crean las libertades individuales y Derechos otorgados que contiene en su escenario político escondiendo la naturaleza autoritaria que también es propia de los estados dictatoriales, los cuales, a diferencia de la oligarquías actuales, prescinden de tantas libertades INDIVIDUALES y Derechos. Hoy millones de españoles creen que son libres y que hay democracia en España solo por el mero hecho de que les hayan puesto una urna para votar.

A pesar de que se crea generalmente lo contrario, el Estado dictatorial no precisa, como la oligarquía, de la corrupción para funcionar ni encontrar su equilibrio. La corrupción en la dictadura no es condición sine qua non para poder gobernar como sucede en el actual Estado de partidos, el poder económico dominante estaba ya integrado en la clase política y no precisaba de ella, no había pleito. La corrupción en la Dictadura era ocasional e individual. La corrupción sistemática aparece cuando el poder económico como la banca o las grandes empresas están en contraposición de la clase dominante en el sentido político. Es legítimo, pues, aplicar aquí la causa principal que no es otra que la ausencia de separación de poderes. Hoy, y aunque el poder sea exactamente el mismo y obtenga su legitimidad de la Victoria del General Franco en la Guerra Civil del 36¨, los modos y técnicas de dominación están muchísimo más desarrollados que hace 50 años y la apariencia de libertad, disfrazada con el llamado ”estado de bienestar”, hace creer a una mayoría de personas que son libres. Por ejemplo, técnicas basadas en el consenso político, que a la vez que desmarca a la fuerza bruta o militar, propia de la Dictadura, también lo hace precisamente a la libertad de pensamiento y a cualquier conato de democracia en la oligarquía, siendo un valor supremo y fundamental de mantenimiento de ésta. Tanto es así, que muchos, unos por cinismo y aprovechamiento y otros por ignorancia, creen que el consenso es la democracia. La “libertad de expresión” es una broma. 

Hablo de que, en España, hubo una REFORMA POLÍTICA; Franco designa al Rey, y de ahí procede la legitimidad de la actual Monarquía, como dije anteriormente, del poder adquirido del General en la victoria del 18 de julio en el 39´, que es como continua el poder de Franco, por medio de Juan Carlos. Lo que juran los empleados de partido al principio de cada Legislatura delante del Rey y el presidente del gobierno con la Cruz de Cristo y la Ley fundamental de 1978 de la mano. Esa misma legitimidad, que no ha cambiado ni un átomo, el Régimen la mantiene, en ejercicio, plebiscitariamente, en las urnas, a través de eso que vinieron a llamar “la constitución española”, donde, cualquier participación, ya fuere SI ya fuere NO, servía para dar continuidad al mismo Régimen de Franco por otros medios, perfectamente legales. Ley del 4 enero de 1977 para la Reforma política. El otro tipo de legitimidad, la dinástica, propia del fundamento hereditario que caracteriza a las monarquías, no existe en España hoy, la legitimidad del Rey Felipe VI no viene de la Dinastía de los Borbones, viene directamente de Franco por medio de su padre, Juan Carlos de Borbón.

 

 

Los españoles están en Atapuerca pensando que han salido del franquismo, cuando, muere Franco, y lo único que se hace es instalar el franquismo en España, el legado de Franco. “Todo queda atado y bien atado”. En el proceder de los asuntos públicos, se les otorga a los españoles unos Derechos y libertades INDIVIDUALES para disfraz de la Dictadura y en detrimento de la libertad política Colectiva de todos los españoles. Democracia ninguna, oligarquía de partidos del ESTADO, se continúa la Dictadura por otros medios, cambiando los elementos y organismos variables del Estado, hoy muchísimo más desarrollado que en la Dictadura, más desconcentrado y centralizado en 17 pequeños Estados. El Estado de partidos, forma de gobierno técnicamente expresada así en la sentencia del Tribunal Constitucional de la Jurisprudencia de Bonn, o “Partitocracia”, como se llamó vulgarmente en Italia a la Ley fundamental de 1947. El poder de la Dictadura incorpora al Estado partidos políticos, otorgándoles legalidad, los cuales, dejan de ser partidos societarios tradicionales, civiles, para ser ÓRGANOS PERMANENTES DEL ESTADO, ORGANISMOS DE PODER, exactamente del mismo Estado Administrativo que dispuso Franco, poniéndose a funcionar al servicio de una Monarquía designada por el propio Dictador, de la que forman parte y se alimentan. 

No es que se hizo así por despiste o porque no sabían, o porque, como dicen los cretinos y los cínicos, en esa frase tan miserable que está tan de moda hasta día de hoy: “como no podía ser de otra manera”. FALSO. En política, siempre puede ser de otra manera porque la política se trata de cuestiones morales, esencialmente, de intereses y ambiciones de poder.

La RUPTURA se pudo dar, y no se dio porque el poder de los franquistas, de los HEREDEROS DIRECTOS DE FRANCO, precisaban legitimarse a través de una gran traición: la suya a los Principios del Movimiento y a Franco, y el ARTIFICIO SOCIALDEMÓCRATA de Suresnes del PSOE de Felipe González y el Partido Comunista a la libertad y la democracia. Este último, el PC, si no accede a la oferta de los REFORMISTAS no podía haberse legitimado el actual Régimen de partidos, como manifestaron públicamente algunos testigos como J. M. Armero, y hubiera sucumbido la continuidad por otros medios, es decir, hubiera habido RUPTURA CON FRANCO y con las Leyes fundamentales del Reino. 

Esto que escribo aquí, como no son opiniones personales, como no es que sea de izquierda o diga esto por ideología, como me dicen algunos cromañones y cínicos, como son hechos absolutamente corroborables y fehacientes, contemplables y totalmente a la vista de cualquiera que quiera informarse, absolutamente legales, que es algo legalmente ASÍ constituido, es lo que, por terror y pánico a LA VERDAD, millones de españoles ignoran por completo, o quieren ignorar. Y aquellos que son conscientes de ello, porque es una realidad tan plausible y palmaria como que Franco gobierna desde su panteón, nadie en España, ni catedráticos e intelectuales, ni medios de comunicación, absolutamente nadie, se atreve a mentar ni a decir, sino a vivir al contrario de lo que Franco diría o hiciera para disimularlo y tapar su verdadera cara y naturaleza política. Claro, es que esa continuación de Régimen monocrático a uno oligocrático, se hizo por lo LEGAL, hasta sus propios artífices así lo celebraron. Sí, se pasó de la Ley de Franco a la Ley de Juan Carlos (Torcuato Fernandez Miranda)..

Lo que hay hoy es la degeneración del apogeo de aquel Régimen, todos habrán notado en sus carnes que, exactamente, todo ha mermado hasta lo más vergonzoso y penoso, y languidece cada vez más y cada vez más rápidamente. No es por otra cosa. La corrupción no es fruto de políticos malos, ni de partidos, ni del presidente de turno, ¡¡NO ES SANCHISMO!!, ¡¡NO!!, es un Régimen que ha degenerado y que precisa de la decadencia para mantenerse, se precisa de la penuria y del vicio, EXPRESAMENTE DE LA CORRUPCIÓN, que no es un epifenómeno o algo casual o algo que surge ocasionalmente, sino, un factor necesario y esencial para que se pueda gobernar en esta forma de gobierno oligárquica llamada Estado de partidos, que nace ya, desde el primer momento, corrompida absolutamente. 

Que Franco designe la Monarquía vigente, es la MAGNA prueba de que en España no hubo un periodo de Libertad Constituyente que es el debido proceso que se tiene que efectuar para que se pueda elaborar una constitución y para que pudiera haber habido democracia. Por eso no hay democracia en España y por eso hoy vivimos en el más recalcitrante franquismo. Le pese a quien le pese. 

Querían consenso, reconciliación y concordia, pues sigan votando y tomen dos tazas.

 

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Redactado por Antonio HR, jueves 11 de enero de 2023.

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