(En las imágenes del presente artículo, continuas manifestaciones en distintas ciudades de España tras la segunda investidura de Pedro Sánchez como presidente del gobierno. En la imagen superior, manifestación multitudinaria del 19 de noviembre de 2023 en Madrid)

 

Las manifestaciones de la ignorancia, de la imbecilidad y de la corrupción moral

 

Temas: Sociedad. Corrupción moral. Indignación. Partidocracia. Constitución. Democracia. Sistema electoral proporcional de listas. Representación política. Periodo de libertad Constituyente.

 

Es asombrosamente ridículo y estúpido manifestarse en las calles después de haberse celebrado unas votaciones generales. Pero absolutamente demencial, y muy aflictivo para los que queremos ver a España en un lugar más decente. Pero lo que se merecen los españoles que votan sin libertad Colectiva no es un lugar de preeminencia precisamente. No es normal, únicamente lo es en un pueblo oportunista e ignorante, que después de votar haya millones de personas indignadas con los resultados, una prueba más de que no hay democracia y de que, efectivamente, los españoles no saben cómo funciona la Partitocracia.

No saben cómo están gobernados ni por quién. Porque el resultado de gobierno en el Estado de partidos con un sistema electoral proporcional de listas de partido no depende para nada ni de las urnas ni de los electores. Son ACUERDOS entre jefes de partido para repartirse el poder del Estado. Eso ha sido así siempre. Estoy harto de repetirlo diariamente, podrán llamarme pesado, pero si lo repito es porque nadie se ha enterado, y parece que no se quieren enterar, así que ahora plañen como bebes, y desde luego que las banderolas de España son el acto más ridículo y patético en estos momentos y totalmente antipatriótico que se pueda concebir ¿De qué vale manifestarse con una bandera de España si estás apoyando con tu voto al Régimen que te somete? ¿No es verdaderamente enfermedad mental?

No me cansaré de repetir lo que existe en España y por qué, la solución y el objetivo, y los medios para llegar a ello. Porque, cuanto más lo haga, más voy a evidenciar la mezquindad y la necedad que existe en la sociedad española. Ahora, salen a llorar con la bandera de España miles de españoles en contra de qué, lo diré, de lo que ellos mismos han apoyado y legitimado en la urna. Así de simple como nimio y grotesco es el asunto.

Sólo observar el panorama desolador que queda de España, de una España irreconocible, que es la consecuencia naturalmente de lo que han querido los que votan al Régimen que produce lo que vemos, que es la imagen de un pueblo arrumbado y desesperanzado, disparatado por completo, que no cree en nada más que en la religión partidista que el Estado ofrece, produce un sentimiento amargo e insoportable para cualquier persona decente y digna. Y a pesar de dedicar gran parte de mi tiempo libre al estudio de los asuntos públicos para poder informar a otras personas sobre el origen y las causas partidocráticas y las posibles soluciones viables y pacíficas, resulta una ardua tarea, en casi todos los casos inútil, que termina con la ofuscación, la impertinencia y el fanatismo ideológico. Para después, renegar de sí mismos con el propio juego que han jugado, como vemos en estas manifestaciones de extraviados. Como si jugáramos al parchís y después de perder renegásemos de que nos han comido una ficha y nos han ganado después de contar 20. Es de ese estilo la perreta. 

Y como culmen de este espectáculo perverso y degenerado, que es fruto únicamente de la forma de gobierno del Estado de partidos, de la ausencia de una constitución en vigor y de la Reforma política del Régimen anterior, pues tenemos la magna corrupción en todos los órdenes, tanto de la política como también de la sociedad.

Millones de españoles que, aunque se haya repetido y explicado infinidad de veces que en España no hay una democracia como forma de gobierno, que nadie elige absolutamente nada en la urna, que sólo se refrendan unas listas de partido que no las eligen los electores ni le representan, por ofuscación y porque ya no se sabe hacer otra cosa, pensando o creyendo que cambian ellos algo o que eligen al presidente del gobierno, o que va a cambiar el rumbo de España cambiando a las personas o los partidos, legitiman con su votos el poder establecido, que es el que tienen los partidos estatales. El cual, como hemos visto, se lo pueden repartir en virtud de sus intereses y no de los del elector.

Prueba de que no existe ninguna oposición entre ellos, de que no hay izquierda ni derecha sino órganos del Estado, y prueba de la inmensa corrupción moral de la sociedad, que apoya en las urnas la corrupción institucional de los partidos, y que vota por oportunismo y por cerrazón. Actúan como si hubiera oposición entre órganos que constituyen el mismo Estado, cuando el valor máximo y el que defiende todos los partidos es el CONSENSO POLÍTICO, que es la sangre de la oligarquía.

 

 

Y así, podemos encontrarnos con la ignorancia en su grado más deslumbrante, contemplando la indignación pública en las manifestaciones de miles y miles de españoles, en Madrid, hoy 19 de noviembre de 2923, que después de haber participado en las urnas, tras recibir los resultados del siguiente gobierno, cuatro meses después de los últimos comicios para las “Generales”, salen a la calle a exponer banderas de España, sin sentido, como si hubiera una guerra, queriendo mostrar un amor a la patria que verdaderamente no saben tener; después de haber votado a una oligarquía apátrida de partidos donde las instituciones no garantizan ningún elemento para poder controlarlos, lo cual hace que, gobierne quien gobierne sólo se pueda funcionar única y esencialmente con corrupción, la excusa es la bandera de España. Déjenme que les diga con todos mis respetos, España no tiene la culpa de sus deficiencias morales ni mentales. Ustedes, los que votan en este Régimen, son los culpables de lo que está sucediendo en España, y nadie más que ustedes, y lo saben. Las manifestaciones, son el circo de los infames cuando no determinan la apertura de un periodo de Libertad Constituyente.

Cualquier persona que piense, puede ver que todos esos estúpidos tumultos no sirven para nada, todo es una fuerza reaccionaria dentro del presente Régimen, no cambia nada, es un efecto lavadora de la moral que no rejuvenece, sino que debilita el espíritu, lo hace desistir y lo empobrece. No da nueva energía porque todo está ya constituido, y, además, a estas alturas de putrefacción, enerva y altera a las masas que son incapaces de encajar un piñón diferente de lo que existe como impulso para salir de la rueda partidocrática. Es todo parte del juego y del devaneo del Régimen del 78′. De la descomposición de la nación española, que es el resultado que ofrecen las urnas de esta Monarquía de origen franquista. 

 

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Artículo redactado por Antonio HR, domingo 19 de noviembre de 2023.

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