Democracia Formal y Democracia Material
Temas. Democracia formal o representativa. Democracia material o social. Constitución. Principio de libertad y principio de igualdad. Separación de poderes. Representación política. Problema político y conflicto social. Ideología de la Socialdemocracia.
Toda la confusión que hay en España en cuanto al término democracia, y también en Europa, donde nunca ha existido, todo el amasijo de conceptos e infinitas definiciones que han ido emponzoñado al único significado que tiene este concepto, procede de las cátedras o centros de enseñanza así como de todos los medios de comunicación y propaganda estatal partidista, que no son capaces de separar y poner en su lugar estos dos conceptos tan infinitamente diferentes, empieza por no prestar la atención pertinente y saber diferenciar lo que es propio de una medida o acción de gobierno, o lo que es lo mismo, de una ideología o verdad parcial, ya elegido o instalado en el poder y dirigiendo el Estado (programas de gobierno, gobiernos de izquierda, gobiernos de derecha, conservadores, progresistas, etc…), con la forma política o forma de gobierno, que es previa a los gobiernos, que abarcan a todo el cuerpo de la nación-Estado, gobernados y gobernantes, y que determina la organización del propio Estado, se trata de la naturaleza del Estado, esto es, de todos los organismos variables dentro del Estado que constituyen el funcionamiento interno institucional de un Régimen de poder determinado (modelos de estructuras de poder, funciones, delimitación de competencias, formas de proceder, formas de elección y duración de los cargos etc…).
Esta manera inútil y pretenciosa de estudiar la democracia hace que no sea entendida de modo homogéneo, como cualquier objeto, cosa o materia tiene su significado propio. Entonces, se trata de una simple diferencia, fácil para cualquiera de distinguir: en el primer caso estamos hablando de la jugada política de gobierno, en el segundo caso de las reglas de juego político. La única manera de poder explicar y definir lo que es la democracia de una manera positiva, sin relativismos ni consideraciones abstractas susceptibles de la mayor distorsión, es definiendo las reglas de juego internas, esas que constituyen el propio juego, al igual que sucede con el juego del ajedrez, donde no se necesita ningún árbitro para que los jugadores sepan quién gana o quién pierde.
Para que exista democracia Formal o representativa, forma de gobierno que es un desarrollo de la concepción política del liberalismo o de los parlamentarismos, principalmente del inglés, el principio inalienable que lo constituye debe de ser el principio de libertad, entonces, la libertad política Colectiva o Constituyente. Evidentemente no puede desprenderse de su original elemento constitutivo, que es la Representación política del elector, este elemento se trata de la elección uninominal de un Diputado de distrito a mayorías. La democracia Representativa aparece de facto cuando, tras el fracaso de la primera Constitución Confederal Norteamericana, el Primer secretario del tesoro de George Washington, el genio Alexander Hamilton, recurre a un mecanismo electivo para guardar la Unidad nacional que la primera Constitución ponía en peligro, llamado Presidencialismo, que trata de la elección en circunscripción nacional, a mayorías, del presidente del gobierno o jefe del Estado. Nace ahí lo que fundamenta esencialmente a la democracia Representativa, que es la separación de poderes en origen; dos urnas diferentes, dos puntos distintos de legitimación del poder; una urna para la función de representar y otra urna para la función de gobernar. Para que se pueda realizar esta separación se precisa de un documento jurídico llamado constitución, por eso, la única Constitución en vigor actualmente que existe en el mundo, con sus fallas, es la de los EE. UU de América, donde aparece por primera vez en la escena política mundial a finales del siglo XVIII, con unas reglas de juego delimitadas y determinadas anteriormente definidas.
(En la imagen, la separación de poderes que establece la Constitución de los EE. UU de América).
Para que el significado de democracia resulte incólume a cualquier atropello capcioso y la concepción auténtica de lo que representa este concepto no se pierda por los senderos de la metafísica, _como ha sucedido en el siglo XX a ciertos pensadores políticos que han intentado definir la democracia mediante el principio de igualdad anteriormente expuesto, esto es, mediante pautas democráticas referidas a la justicia social, igualdad material y fundamentos de gobierno, es decir, la democracia como un estado material o social indefinido e indefinible al cual no se termina de llegar nunca nada más que por aproximación y mediante multitud de leyes ordinarias que lo procuren, ciertamente un desarreglo ya que saturan a la sociedad gobernada que nunca llega a reconocer las leyes habidas de tantas que aparecen en ese intento de igualdad (como ocurre habitualmente en España y sus miles y miles de Decretos/Ley a granel irreconocibles y desconocidos de este periodo partidocrático del 1978), tenemos ejemplos de teorizar la democracia material o social en distintas obras: como la de Robert Nozick, o como los Norteamericanos Jhon Dewey con su teoría del “Bienestar democrático” y Jhon Rawls con su justicia social o “Teoría de la justicia”, o como aquí en España el profesor filosofo Gustavo Bueno con su “Fundamentalismo democrático”, donde trata el principio de la democracia como una ideología asociándola con la igualdad material, y aunque triunfaron en su manifiesto teórico, naturalmente todas ellas fracasaron en su intento practico_, no se puede tratar a través del principio de igualdad, distinto en su concepción y desarrollo del concepto del principio de libertad que fundamenta a la democracia Representativa. Esto se explica fácilmente, y es que la igualdad es un principio que, no solo la historia de la política nos ha demostrado imposible de alcanzar, sino que, respetando a la propia naturaleza, la cual, produce desigualdad necesariamente, es imposible que lo creado por el hombre, lo artificial, como son las formas políticas, rechace la esencia de lo que constituye y crea la propia naturaleza humana, por lo tanto, la democracia material y social es un principio utópico.
También es común tratar, por motivos de complejo o de ignorancia generalmente, y también propagandísticos, a la democracia en términos cualitativos, esta es otra de las múltiples confusiones que ha creado la ausencia de democracia y las consecuencias corruptas que todos podemos observar a diario en los Estados de partido o partidocracias actuales; _como no hay democracia, lo cual, no hay separación de poderes, la corrupción es inevitable, y la absurda y equivocada reacción de muchas personas, utilizada también para la propaganda partidista, sobretodo los partidos estatales llamados equivocadamente de izquierda, es manifestar que “tenemos una democracia de poca calidad”, o que hay “democracias avanzadas” como si hubiera una democracia atrasada, o “democracia joven” como si hubiera una democracia vieja”, conceptos que nadie puede explicar ni definir positivamente, cuando, como hemos dicho anteriormente, la democracia solo se puede definir y determinar solo como reglas de juego constitutivas del propio juego político, que las hay o que no las hay, entonces, o hay democracia o no la hay, no un poco o relativamente o términos medios y ambiguos; HAY DEMOCRACIA O NO LA HAY, y eso se sabe muy bien describiendo lo que hay, entonces, según la organización de las formas políticas o reglas de juego establecidas.
(En la imagen, pintura, de ciudadanos atenienses en plena participación electoral).
Aunque el significado original de democracia comienza como todos sabemos en la Grecia Clásica, en tiempos de Pericles, llamada Democracia directa o Asamblearia, donde una parte escasa, pero activa, de todos los habitantes de las ciudades-Estado que constituían el mundo clásico acudían y estaban presentes en las decisiones de los asuntos públicos sin ningún intermediario entre el poder y el pueblo gobernado constituyendo la Ecclesia, que era la Asamblea abierta representativa de la sociedad, y la Boulé, que era un Consejo cerrado representativo de la Asamblea, es también una confusión como un anacronismo tratar hoy el concepto de democracia en términos Griegos, _ no digamos pretenderla en la realidad como insinúan algunos desorientados en la materia, ya que sería imposible hoy, en Estados con ciudades de millones de personas reunir a aquellas personas con Derecho a sufragio para la decisión o elección de candidatos políticos; las ciudades griegas antiguas tenían alrededor de cien mil habitantes, y eran alrededor de no más de un tercio de la población los que participaban; la representación política la inventó Marsilio de Padua en el siglo XIV para solucionar el problema de la participación en la política debido al aumento de la población de su época_, y es a partir del siglo XVIII, esquivando precisamente el significado del concepto que hasta entonces era considerado el término de democracia, etimológicamente el gobierno del pueblo, como hemos explicado anteriormente, donde se origina este término en la Constitución de los EE.UU de América, lo que hoy, toda la inteligencia jurídico-política en el mundo conoce como Democracia Formal o Representativa o democracia política, o como los comunistas de finales del siglo XIX llamaban despectivamente democracia burguesa.
El concepto de democracia social o material se origina en la obra de Alexis de Tocqueville “La democracia en América”, y la historia nos ha descrito que aplicar dicha teoría ha sido un fracaso dada su naturaleza inalcanzable, sobretodo para las revoluciones socialistas (comunismo) de primera mitad de siglo XX y para la actual ideología de la Socialdemocracia practicada por más de un 95% de los partidos políticos estatales en toda Europa después de la II Guerra Mundial, la cual nos quiere meter por los ojos que todos los seres humanos somos iguales y tenemos que ser iguales; o como los primeros, el comunismo, que por medio del gobierno ya en el poder va aplicando medidas para alcanzar una igualdad de clases a la que, naturalmente, nunca se puede llegar, lo cual, atendiendo a lo que es un conflicto social, sin embargo, no habiendo diferenciado los conceptos de conflicto social y problema político, deja sin solucionar el segundo, que es la ausencia de libertad Colectiva, principio de la democracia Formal o Representativa, que es el principio a través del cual el hombre sí puede llegar a una igualdad de Derechos y oportunidades, para dejarse la piel hasta el infinito en políticas sociales absolutamente inalcanzables como pretende la democracia material o social.
También en el Nº XXIV de marzo de la Revista 2024 Libertad Política.
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Artículo redactado por Antonio HR, sábado 30 de marzo de 2024.