Cap. IX de la Sociedad perdida. Un engendro insoportable llamado “igualdad social”. La verdad parcial de la socialdemocracia.
Pasaré por aquí para dejar enterrado bajo tierra, con una simple y clara reflexión, el discurso y la intención que sostienen todas las facciones y agrupaciones políticas que habitan en Europa desde que terminó la Segunda Guerra mundial, y en España, a la muerte del Dictador, con los pactos del consenso entre antiguos enemigos, para volverse todos cómplices y pensar igual, y con ello, adheridos a la unilateral dirección política que toman todos los partidos europeos, imponer en España la ignominia, el cinismo y la barbarie humana de querer volvernos a todos iguales. Hablo de la ideología de la socialdemocracia, que todos, o la gran mayoría, han aceptado, siguen y acatan hoy sin considerar pertinentemente sus consecuencias morales en las sociedades actuales. Tendencia ideológica que, como hecho político fáctico, es la degeneración del socialismo y que no es ni mucho menos de izquierda, está políticamente incrustada en el Estado, es decir, contra todo aquello de lo que la sociedad gobernada se tiene que defender todos los días.
Con este mensaje aprovecho para advertir a todos aquellos huérfanos de intelecto, y también para mofarme de la propaganda de los partidos del Estado y de todos sus votantes seguidores que piensan como ellos, que aquí, al menos en este muro, no va a triunfar el cinismo y la demagogia que trata de vender la existencia de un liberalismo, de un comunismo o socialismo, o cualquier otra verdad parcial que se les antoje, direcciones políticas todas obsoletas actualmente. Precisamente la socialdemocracia es esa idea parcial que no compromete a nada, sólo a estar al lado de los ricos y poderosos y hundir al más débil. Lo primero porque sin libertad Colectiva las ideologías no existen, son todas falsas, y segundo, históricamente, porque todas esas tradicionales ideológicas desaparecieron en Europa por lo antedicho, y en España, a la muerte del General Franco, desde que todos los partidos, aunque mantuvieron el colorido y el discurso para la ficción de la propaganda y la distracción teatral del pobre ignorante y del fanático, que son los que llenan las urnas que los legitiman, dejaron de ser lo que eran para hacerse, en consenso, órganos permanentes del Estado, repartirse el poder que dejó el Dictador y hacer las listas de diputados ellos, y después, llamar a sus súbditos para que las refrenden. Sin libertad nadie puede probar lo que dice.
No sólo hay putrefacción moral de los españoles por ser partícipes de un fraude público votando listas de partido sin elección ni control político sobre ellas, o votar a facciones que están corroídas hasta el tuétano por la necesaria corrupción que precisa y premia el propio Régimen para poder funcionar, que son todas ellas viviendo del erario público; es la enfermedad moral que vive a base de cinismo y de matar todo valor propio relacionado con la naturaleza humana; la infame pretensión de querer creerse y hacer que todos seamos iguales, que es la ideología para masas en toda Europa de la socialdemocracia, esa que vende la utopía de la igualdad social y justicia social para enfermos de espíritu y afectados con el cáncer cerebral y moral del consenso político que lleva al nihilismo y al monstruo social.
El principio realizable de la libertad es el único que nos puede llevar a la igualdad de derechos y de oportunidades, es decir, a la democracia formal. La propia libertad Colectiva crea y garantiza esos derechos hermanados y ligados intrínsecamente con los intereses y la naturaleza de los individuos de cada país. Pero no existe ni puede existir la igualdad social, esa es la falsedad de la propaganda partidista que millones de españoles se quieren creer como si intentáramos tragarnos un ladrillo a bocajarro. La consecuencia en las personas de esta insania pretensión, conduce al pirronismo moral y la soberbia de no aceptar que se equivocan y que ese no es el camino correcto.
La naturaleza produce desigualdad necesariamente. Porque hay servidumbre, pero también hay dignidad; porque también hay torpeza y hay genialidad; porque hay cortedad, pero hay talento; porque hay hipocresía, pero también hay virtud; porque hay ineptos, también hay inteligentes; porque hay culpables y también hay inocentes; porque hay feos y hay guapos, hay gordos y delgados; porque hay holgazanes y porque hay trabajadores; porque hay cínicos, pero también hay sinceros; porque les hay que son ciegos, unos por no poder y otros por no querer ver. La libertad es realizable y es la herramienta, si es libertad Colectiva, de todos, para arreglar los defectos que la naturaleza produce inevitablemente. Mi libertad la constituyen los demás y con uno que no sea libre en una sociedad determinada, no es libre nadie.
No todos pensamos ni sentimos lo mismo, ni podemos sentir tampoco por el otro, por eso no existe ese conjunto de letras que se ha inventado la socialdemocracia de la “empatía”, es falso, no existe para la naturaleza humana ese vocablo, se usa para no decir simpatía o antipatía. No todos somos iguales y ese hecho natural es precisamente lo maravilloso de este planeta, y precisamente, es lo que ustedes, los socialdemócratas, los nihilistas, los que no creen en nada más que en el dinero y en votar sin elegir nada, ustedes, los que votan a partidos del Estado, quieren y están dispuestos a devastar y aniquilar por su ineptitud, por su soberbia y demencia furiosa y por su poca vergüenza pública.
Ustedes, los socialdemócratas, sois el ácido que come la grandeza de la naturaleza y la moral del hombre para dejarlo en el disvalor. En la nada. Sí, ustedes, los que votan a la socialdemocracia, que es la ideología de todos los partidos políticos en toda Europa. Es el fascismo de antaño mucho más desarrollado, es “El Estado Minotauro” de Bertrand Jouvenel. No digan entonces que es imposible cambiar de Régimen, lo imposible es lo que ustedes apoyan, que es querer hacernos a todos iguales y que es absolutamente lo contrario de la libertad y la democracia. ¡¡Cobardes y cínicos!! digan que ustedes son unos irresponsables y vanidosos y que no creen en nada. No se atrevan a negar una revolución con las listas conservadoras, lo cual, de derechas, socialdemócratas de partido estatal en la mano.
El fascismo hoy no se viste de blanco y negro con una ametralladora de la mano y una pistola en el cinturón, el fascismo hoy es un arco iris de muerte y desolación moral y mental que se mantiene legítimo en las urnas de las listas proporcionales de partido, enemigas de la libertad y de la democracia.
Antonio HR, domingo 19 de marzo de 2023.