Del fraude de los nuevos partidos reformadores del Régimen 

 

Temas: Reforma política. Partidos estatales. Abstención activa. Principio partidocrático de identificación. Oposición política

 

Votar para quitar a Sánchez es votar para mantener al PSOE, que es un órgano más de corrupción en el Estado, y para legitimar la corrupción legal del resto de partidos estatales en el futuro. El problema, como sabemos, no es Sánchez, es que los españoles votan sin tener una constitución en vigor desde hace 45 años. El manifiesto deterioro de la moral y de la política en España no le debe de extrañar a nadie después de lo pretérito. En cualquier caso, votar en el Estado de partidos es siempre apoyar la corrupción de todo lo público. Porque el que vota no elige nada, ratifica un reparto de poder. Es incluso una conmiseración con todo el repertorio faccionario del Estado. Votar en el Estado de partidos, al final, resulta ser un juego vicioso, morboso y degenerador de la moral. El que vota legitima la permanencia de la oligarquía entera, no está eligiendo a un nuevo presidente, ni mucho menos cambiando las formas de gobierno. El que venga, lo hará siempre sin ser elegido, sin representar a nadie y sin separación de poderes. 

 

 

El que pide elecciones, ese, con cualquiera de las miles de excusas que sorprendentemente surgen siempre, si no de tópicos, si no de mitos, para ir a la urna, no quiere que haya nunca democracia. Se podría, en cambio, hacer una ciencia del apestoso excusismo rancio de las urnas de la servidumbre voluntaria para mantener a los tiranos. Es sobrecogedor la capacidad que tienen siempre los enemigos de la libertad y la democracia para innovar la justificación del voto con tal de rechazar la libertad y la democracia. 

Queriendo arreglar la situación votando, agrava la situación y favorece las causas que le han llevado a esa situación. Cuanto peor está el estado de las cosas, menos hay que votar. Votar sin democracia para mejorar la situación es como querer apagar un fuego echando más leña en el fuego. Terminar con la Partidocracia poniendo más partidos en juego es criar lobos que te matan las ovejas. 

 

 

Con esta reflexión se combate también la presunta idea de crear nuevos partidos, que serán necesariamente también estatales, órganos del Estado, y que servirán a los intereses del Estado y serán financiados por él legalmente. Serán siempre e inevitablemente corruptos. Indiferentemente de la idea que pretendan proponer esos nuevos partidos reformadores, esto es, conservadores, siempre habrá motivos y fuerzas, en virtud del principio de “identificación” y no de representación, que es característico del Estado de partidos, para integrar a las masas en el Estado, como sucede exactamente igual que en la dictadura, para animar al incauto y desesperado al voto, que legitima, consciente o inconscientemente, lo que hay. Una Monarquía de partidos estatales sin separación de poderes y que impide la representación política del elector. 

Si la parte que vota es la parte conservadora de lo que hay y es la que mantiene la vitalidad y fuerza del Régimen de partidos, la que no vota, se debe de agrupar, porque es la parte de oposición política verdadera, la verdadera izquierda política, para hacer oposición al Estado de partidos desde la sociedad civil gobernada de manera consciente, empezando por los puntos locales hasta conectar con los nacionales para forzar la apertura de un periodo de Libertad Constituyente. La abstención activa, es decir, en conciencia, es el único arma y medio pacífico que existe para hacer oposición política al Estado de partidos; es oposición a las emergentes pretensiones circunstanciales de formar nuevos partidos que refuerzan y velan por la legalidad vigente. Más PODEMOS, más Riveras y más VOXES…más CORRUPCIÓN. Este es un fracaso que ya hemos experimentado, el de los nuevos partidos reformadores. La mentira de los nuevos colores. Los males se agravan siempre conscientemente. 

 

 

Organícense con sus vecinos que no votan y hagan oposición al Estado de partidos. No voten sin haber antes conquistado la libertad Constituyente. No se corrompan voluntariamente. Caminen de pie y realicen de una vez por todas lo que impidieron Santiago Carrillo y Felipe González pactando con la Dictadura, traicionando la ruptura democrática y la libertad Colectiva de todos los españoles. La libertad viene en nuestra busca.

 

Este artículo lo encontrarás también en la Revista 2024 Libertad Política, en el Número XXVII de junio de 2024.

 

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Un art. de Antonio HR, domingo 2 de junio de 2024.

2 comentarios de “Del fraude de los nuevos partidos reformadores del Régimen 

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