(En la imagen de portada, “El rapto de Europa”, obra de arte de mediados del siglo XVI del artista flamenco MARTÍN DE VOS, Museo Bellas Artes de Bilbao. También portada del Libro “Teoría pura de la República Constitucional” de Antonio García-Trevijano Forte).
El legado de Trevijano será eterno
La gran obra de Trevijano, Movimiento Ciudadano hacia la República Constitucional (MCRC), ha sido dinamitada, pero su legado intelectual será eterno. Las personas que nos hemos interesado por ella, hemos comprobado y hemos visto las nocivas consecuencias de las disputas internas de sus asociados en la acción cultural desde el fallecimiento del abogado y pensador granadino, y también presenciado cómo y quiénes han destrozado la fuerza revolucionaria y el espíritu atractivo de la asociación MCRC que creo García-Trevijano, de la que evidentemente quedan hoy escombros. A ilación empírica de tal destrozo, y observando con honesta y sincera consideración y con el máximo realismo lo que ha resultado de ello, sabemos muy bien que la acción ya no está en ninguna asociación ni plataforma, tenga los logos y símbolos que quiera tener.
Un gran detalle a tener en cuenta, es que las personas que luchamos por abrir un período de Libertad Constituyente para traer a España la Democracia Formal o representativa y la República Constitucional, tenemos el deber de considerar como enemigos aquellos que se aprovechan de los conceptos de Trevijano para dar nombre a sus movimientos con el fin de conseguir la fama y la gloria a costa de ello, como ya hace en su acción para la propaganda y para desenvolverse en su putrefacción desde hace mucho el propio Régimen. Por eso es tan importante saber dónde está la mentira. Diciendo la verdad también se puede mentir, la mentira es hoy una hoja de doble filo.
El Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional será algo constante y permanente como objeto de la causa y no en el sentido material propio de asociacion civil, hasta que haya una República Constitucional como forma de Estado y Democracia formal o representativa como forma de gobierno, porque siempre habrá verdaderos repúblicos que luchen para llegar a ella y sean leales a esa causa. El contexto al que me refiero es que, esos repúblicos, no tienen porqué estar o pertenecer a ninguna asociación, ni tienen porqué aguantar las irresponsabilidades y remordimientos de algunas personas que no son conscientes de sus actos, o que son traidores entre ellos y desleales a la causa, o simplemente sean unos oportunistas, ya que este ha sido el verdadero motivo por el que se ha enfangado su mensaje y su imagen y, por consiguiente, haya producido el rechazo de bastante número de personas que estaban interesadas y que han salido corriendo ante tal penoso panorama.
De lo que hay que preocuparse, hoy más que nunca, es de la Libertad, de cómo llegar a ella, esto es, de la hegemonía cultural. No son las peleas intestinas de los movimientos que nacen en el período de conquista de la libertad Constituyente un lugar apropiado ni ejemplar de la moral de ninguna revolución popular, que más que aportar fuerza a la lucha la debilitan, como se ha visto ya en el proscenio social de la difusión de este ideal de libertad y democracia formal tras la muerte de García-Trevijano. No hay que dejar de señalar la mentira de aquellas asociaciones que usan el lenguaje de Trevijano confuso para perderlo y retorcer su significado y tenerlos como auténticos enemigos de la revolución de la Libertad; como también, aquellos oportunistas que, habiendo conocido a Trevijano, lo han traicionado y ahora reclaman palabra y confianza metiendo en su boca sus conceptos.
La acción, como capacidad de emprender algo nuevo, como recorrido de lo desconocido, no está en las asociaciones y plataformas que están recargadas de conceptos y teoría del abogado granadino, que se encuentran verdaderamente apagadas y carentes de fuerza y confianza por lo anteriormente citado, incautas y poco prudentes por su falta de entendimiento en la acción cultural y ambición del reconocimiento mediático. La acción no puede estar en otro lugar que no sea aquel donde está la necesidad de moción, que estriba en la difusa y perdida conciencia pública de los españoles. Esto es, en las personas.
Por eso, más que la hegemonía cultural, que es la principal herramienta para canalizar pacífica y civilizadamente la revolución de la Libertad y llevarla hacia su propósito, la sustancia de la acción está en la inteligencia, en la innovación y el descubrimiento para la emprendeduría de nuevas formas y métodos adecuados a la realidad pública para conseguir esa franca hegemonía ilustrativa y dilucidante, y esa hegemonía después de la muerte del originario presidente del MCRC Antonio García-Trevijano Forte, y tras las inmensas algarabías ocurridas después de su muerte, es impensable que vaya a venir de la mano de aquella, ni de ninguna asociación hoy existente de ninguna manera, vendrá, con mucho esfuerzo, sobriedad, constancia y prudencia, de la mano de aquellos vecinos, que sin saber que existió una asociación tal o cual, habiendo entendido las causas de la situación actual de las cosas pertinentemente, correrán estos conceptos de boca en boca y de oreja a oreja para su propia liberación.
Antonio HR, sábado 11 de marzo de 2023.
Este artículo lo puedes encontrar también en el Número de julio de 2023 de la Revista mensual Libertad Política.
Pingback: Instantánea inmediata de España - Libertad Política
Pingback: La Transacción española. Cap. IV. El mismo camino con distinto paisaje. - Libertad Política