Sobre la imagen principal. Titulo: “pobres recogiendo carbón en la cantera”, de Nikolai Kasatkin, pintor ruso que vivió entre 1859 y 1930. Obra del estilo llamado realismo socialista, uno de los que más ha trabajado las temáticas sociales y donde se han reflejado temas muy reales que viven las personas. Es un estilo duro y crítico, que pretende dar a conocer verdades que deberían ser solucionadas, como la pobreza extrema.

Sobre las imágenes que acompañan al artículo. El historiador Jorge Basadre bautizó esta etapa como “prosperidad falaz” en base a  la identificación de este periodo determinado de la historia del Perú. (Título de las imágenes, Prosperidad Falaz): (Prosperidad falsa, aparente e irreal), período de la Historia del Perú Republicano entre 1845 y 1872, también es denominado “Era del Guano”, “El Boom del Guano en el Perú”, fue una etapa de la historia peruana donde el Estado obtuvo grandes ingresos económicos por la explotación y comercialización del guano de las islas (fertilizante orgánico), hacia el mercado industrial europeo. Su comercialización como abono de los campos agrícolas europeos enriqueció a nacionales y extranjeros. Su exportación nos brindó divisas para pagar la deuda interna y externa, la construcción de los ferrocarriles y otros gastos públicos.Lamentablemente los ingresos económicos, producto de la explotación del guano de islas, no fueron invertidos apropiadamente, para impulsar el desarrollo de la industria en el Perú.

Contexto mundial: En el mundo comienza a consolidarse el industrialismo y la revolución agrícola, incentivado por Inglaterra, este país necesitaba abastecerse de fertilizantes, por lo cual adquirió el guano de las islas del Perú.

 

SIN LIBERTAD POLÍTICA NO HABRÁ PROSPERIDAD


Es normal que el pueblo español conviva con el miedo, la incertidumbre y con la falsa esperanza de un próspero año nuevo, algo que no ocurrirá jamás, ya que su deseo es vivir con y para la mentira, hablando de democracia, de constitución y de elecciones en las urnas; ni se enteran ni se quieren enterar por donde está la salida de este laberinto del Estado de partidos o partitocracia, porque su docilidad en la obediencia ciega y su complicidad con lo corrupto en las urnas, mantiene la esencia de la mentira que lleva en la sangre este Régimen del 78. En el Régimen de partidos estatales del 78, van en sintonía gobernantes y gobernados, el pueblo español arrastra un pesar moral inherente al miedo a lo político tras casi un siglo de represión, miedo y vasallaje en sus espaldas que perpetua en la actualidad en sus vidas cotidianas un complejo de autentico servilismo y una indiferencia a lo público digna del mayor idiota, son los segundos, el pueblo gobernado, quien sigue e imita la farsa de los primeros creyendo así ser buenos ciudadanos, mostrando públicamente la complicidad con la corrupción y por consiguiente la vergüenza personal que trae compartir un juego fraudulento y degenerado durante más de cuatro décadas y la falta de valor para aceptarlo. (En la imagen, “Fanatismo, odio y verguenza”, por Sergio Camero, 2013). 

Por poner un ejemplo de mera actualidad, muchos españoles son los que se quieren creer que todo este asunto político, económico y social de las inyecciones y los trapos en la cara, que no tiene nada que ver con ninguna crisis sanitaria ni otros temas de la salud, terminará cuando un político o uno de esos “expertos” de la virología tan de moda últimamente en los medios, salga en la televisión pegando el pistolezado de final de pandemia, fijaros si es tan sumamente estúpido anormal y ridículo el asunto y todo, tanto ridículo como aquellos que siguen algo que no existe ni existió nunca como es la dichosa “pandemia”, exactamente igual que una autentica y típica función cinematográfica de ficción pero en vida y en real, que muchos sabiendo que todo es mentira y es falso, que todo es un contrasentido ante el sentido común de lo humano, siguen en el juego de la mentira y la corrupción, de la colaboración de la mano con el delito, y de la coacción por parte de las fuerzas de seguridad del Estado en muchos casos como hemos visto y experimentado. Sucede entonces por ejemplo que: se expone la salud de todos los individuos, mayores y menores, llevando largas horas un trapo en la boca, lo que produce problemas pulmonares e infecciones en la boca y la piel; se fuerza a la población por medio de la represión y mentira, y en muchos casos por la fuerza, a ponerse inyecciones que no saben lo que contienen y no se sabe las consecuencias ni a corto ni a largo plazo porque no hay ningún informe de ningún análisis ni examen médico que garantice la seguridad en los efectos de esas inyecciones; se excluye de manera radical a la población por medio de un registro en un medio en la red creado por el mismo Estado llamado “pasaporte sanitario”, como si la salud fuera un hecho o materia de lo legal y burocrático, impidiendo así la natural integración de todos los individuos de la sociedad de manera natural y colectiva, por ejemplo atendiendo a las restricciones en los locales de ocio u otros locales de necesidad social como supermercados o tiendas, exponiendo los mismos propietarios hasta su propio negocio exigiendo estos pasaportes ilegítimos a los transeúntes y visitantes, creando una selección que ellos mismos se conducirán así a su propia ruina dejando de un lado a esa parte de la población que no comulga con ello; por seguir señalando algunas de las barbaridades en las que se vive y se permite, coacción por parte del personal sanitario sumido en la más profunda de las corrupciones siendo la manipulación protagonista y normal en los diagnósticos a los enfermos en los hospitales y centros de salud, exclusiones entre los alumnos en los colegios y universidades y por parte del profesorado colaborador directo de este hecho delictivo y peligrosamente perjudicial para los menores en su futuro personal y público, se provoca un rechazo social inherente con la situación; como se puede observar todo es un despropósito a la fuerza fuera de la natural convivencia entre personas.

¡Hostelería!; no es problema de aquellos que no tienen pasaporte y no pueden acceder a vuestros locales, es problema del hostelero, que de aquí a unos meses tendrá la mitad de clientes y tendrá que cerrar el negocio si no se opone a esta criba de este sector, a ver si os queréis enterar que, de aquí a un par de años, estaréis en la más pura y mera ruina y la hostelería habrá desaparecido tal y como la conocemos hoy. 

 

Es normal entonces que sigan sometidos, que sea un pueblo sometido, un pueblo avergonzado, un pueblo cobarde, sabiendo en la mayoría de los casos que todo es falso y contradictorio, en cambio siguen lo anómalo, lo insensato y lo falso, se convive con la mentira, se rechaza el sentido común y se comparte la idiocia generalizada en cada rincón de la Nación española. El pueblo el solo se guía, así mismo, hacia su degeneración y su miseria, moral y material, ellos solos sin ayuda de nadie, ni de poderes ocultos, ni de “iluminatis”, ni de masones ni de izquierdas ni derechas ni de nadie más.

Pensar, que no habrá cambio hasta que el sentido común y la dignidad vuelvan a la vida los españoles, que de manera sensata y con sentido común se revuelvan y se opongan a cualquier iniciativa del Estado, como por ejemplo entre otras cosas, negarse a participar en el fraude de las urnas de las proporciones de poder que preparan en las papeletas los jefes de las cúpulas de las facciones estatales en forma de listas de diputados que no representan a nada ni a nadie, ni siquiera a su partido, pues son empleados del jefe que les puso ahí, poder que se reparten entre los oligarcas que se apoderaron del Estado mediante el consenso en la Carta otorgada del 78 y que los españoles mantienen legítimo en su ejercicio en la urna sin posibilidad de elegir ni decidir absolutamente nada para su futuro. 

En España no habrá prosperidad porque los españoles no saben lo que es prosperar, ni lo quieren tampoco, saben someterse, saben compartir la corrupción y la mentira, saben tanto que no saben de nada, por eso no habrá ninguna prosperidad. Se trata de una sociedad infantil, donde es su valor principal de convivencia con sus iguales y su futuro personal, estar a la espera de que venga el Estado, el mismo poder soberano, a decir qué es lo que tienen o no que hacer sin tener un mínimo de raciocinio y sentido crítico propio de lo público ni mucho menos voluntad y moral para defenderse ante lo anormal que trae consigo la represión estatal, con lo cual, lo que habrá será más miseria, más esclavitud y más servidumbre voluntaria. Y cuando sea todo mucho peor que ahora, cuando lo hayan devastado y aniquilado todo, a ver a qué o a quién narices van a echar la culpa, ¿a la derecha, a la izquierda?, ¿a quién?, si la izquierda y la derecha en España no existen, si hay una oligarquía de jefes de partido dentro del Estado que ya tienen ellos el poder repartido en cuotas dependiendo de lo que el sinvergüenza oportunista, el cobarde o el ignorante votante meta en la urna, ¿Qué es lo que cuesta entender en más de cuatro décadas para ver lo que yo estoy escribiendo aquí? En una sociedad donde ya nadie soporta nada y es la desesperación y la crispación generalizada la protagonista de la sociedad española, ¿están ustedes seguros que la mejor idea es seguir participando de ello?, el día que se haya consumado todo, y ya queda poco de la vaca muerta, a parte de los cuatro buitres carroñeros llevándose el ultimo pedazo de esa vaca, ese día, quizá ya no haya ninguna solución.

Cierta y verdaderamente, solo la conquista de la Libertad Política Colectiva, abrirá la puerta al cambio, a lo nuevo, a lo desconocido y a la innovación. Abrirá la puerta a las mentes y conciencias de los españoles que están hoy encerrados en las mazmorras del Estado de partidos, porque podrán elegir y podrán decidir, a mayorías y con Libertad, su futuro. Sin Libertad Política no habrá prosperidad, porque no se puede prosperar sin Libertad, se puede ser más esclavo, pero no prosperar como ciudadano que tiene en sus manos la responsabilidad de la Libertad, la de elegir y decidir quién serán sus gobernantes, quien les representa y quién les gobierna, y no solo eso, sino la facultad de poder revocarlos en caso de que no cumplan o se corrompan. Por ello, por todo esto que he querido escribir aquí, es perentorio cuanto antes que la sociedad española se olvide de los partidismos, de las ideologías que, aunque naturales, no existen y son falsas sin Libertad Política Colectiva, luchar por la colectividad, unirse en conciencia colectiva, la única salida es pues, abrir un periodo de Libertad Constituyente y dirimir la crisis que hay de Estado actual y desde la muerte del Dictador. De no ser así, serán otros y no los españoles quien decidan la prosperidad de la Nación española.

Antonio HR, a 1 de enero de 2022.

 

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