LOS CULPABLES. 

Votaciones en el Congreso para la “Reforma laboral” en la primera semana de febrero de 2022.


Con este texto, y a raíz de la última votación por parte de los empleados de las facciones del Estado para la “Reforma laboral” de esta primera semana de febrero de 2022, quiero denunciar lo siguiente: primero, que en España NO existe representación política, con lo cual no hay Parlamento y por consiguiente no es una Monarquía Parlamentaria, es una Monarquía de partidos, pues el poder está en las facciones del Estado y no en el Congreso, al Congreso se lleva “el pescado vendido ya”; segundo,  mostrar algo irrebatible que es “la Ley de hierro de las oligarquías” de Robert Michels, presente en todo momento en todos los partidos políticos y agrupaciones para el fundamento interior de dichas corporaciones, para aquellos que presumen de democracia interna; tercero que los diputados no representan a nada ni a nadie, OBEDECEN ÓRDENES del que les puso ahí y se deben sólo y nada más que a él porque es su jefe y es quién paga (con dinero del contribuyente) y no al pueblo; que NADIE ELIGE ABSOLUTAMENTE NADA en la urna, entre otras cosas porque el “sistema de elección proporcional de listas” no está concebido para la elección de nada ni nadie sino para el REPARTO, ni siquiera se elige al Presidente, el pueblo RATIFICA lo que otros han elegido, y al Presidente, no le elige el pueblo, lo eligen los empleados que ese jefe puso ahí precisamente para que ellos, de manera recíproca, lo elijan a él en la envestidura, que es para lo único que están ahí; cuarto, que el Estado de partidos o partitocracia no es democracia ni es una degeneración de esta ni un deterioro ni modificación, es otra forma de gobierno totalmente diferente, con otros fundamentos de las estructuras políticas, otras características de los mecanismos gubernamentales e institucionales y otra funcionalidad totalmente distinta de la democracia; quinto, que hay corrupción sistémica y hay decadencia porque la forma de gobierno de Estado de partidos o partitocracia dicho de manera vulgar, no tiene herramientas para que el pueblo pueda controlar al poder, tales herramientas son: que no hay representación política del ciudadano y no hay separación de los poderes del Estado Legislativo y Ejecutivo; sexto y aludiendo al acto del empleado de la facción estatal del Partido Popular, no es que no salga más en la foto (como dijo aquel), es que, con la excusa de una supuesta equivocación por parte del diputado, que de ser así debería haber sido inintencionada, en el voto en cuanto a la “Reforma laboral” en la primera semana de febrero de 2022, se pretende aparentar una equivocación, en este caso fingida, para extraviar la realidad de los perdidos votantes, al formar con todo este acto parte del teatro de ficción característico del Estado de partidos o Partitocracia para dar funcionalidad a esta forma de gobierno y sea muestra de su fundamento siendo primordial el principio de la confusión. Esa es la realidad de los acontecimientos políticos para los españoles, que verdaderamente queda muy lejos de la realidad y que es lo que el espectador ve, en el caso mentado, aparentando ser un acto sin intención, es decir, este empleado del “PP” ha hecho lo que Casado, su jefe de filas, el que le ha llevado hasta ahí, le ha ORDENADO, hecho el cual, muestra el fraude que los españoles refrendan y ratifican desde hace más de cuarenta años en la urna y a consecuencia la institución de amos que no les representan. 

Hoy, tras más de cuatro décadas, lo aceptan y participan de ello; el pueblo español no tiene valor ni dignidad porque no se atreve a aceptar, por la vergüenza que supone, mostrar la cara ante los convecinos de su connivencia con la mentira y el fraude, por ello y así, tenemos una sociedad que muestra su verdadero rostro, corrupto, servil e infantil, que carece de la más mínima responsabilidad cívica para decidir por sí mismo su futuro como Nación, a expensas de lo que los amos que ellos mismos instituyen en las urnas, dicten desde el trono del Estado, el enorme y eterno problema es, que esto que escribo aquí, a las generaciones presentes y venideras, les es indiferente. 

España es una sociedad de cobardes y sinvergüenzas que apoyan y comparten la mentira y la corrupción cada cuatro años en las urnas.

No es que España sea distinta, es que los españoles no tienen excusas y no tienen perdón cuando apoyan esta manera y forma tan rancia y deleznable de gobierno que es el Estado de partidos o partitocracia, lo aceptan por corrupción moral y lo aceptan porque es mentira, por eso van a votar a las facciones estatales, van porque todo es falso y todo es mentira, porque no se atreven a decir la verdad ni aceptarla. Por eso España va como va.

Ir a votar a la farsa del Régimen del 78. Seguir desangrando España en peso de cuatro sátrapas como este de la foto. Entonces, ¿quién más corrupto?, los “políticos” o el pueblo que lo permite, pues la síntesis de la política nos dice que, si hay corrupción en el poder es porque el pueblo la siembra y le da origen y la mantiene. 

El futuro de la Nación española, hecho que no ampara la Carta otorgada llamada Constitución de los partidos políticos porque jurídicamente dado sus formas originarias y su contenido material, razón por lo que nunca estuvo en vigor ni puede estarlo, ya que permite y es el motor de la corrupción por sistema, futuro que proviene hasta día de hoy del Régimen del 78 y de la Monarquía de origen franquista, la del Emérito y la del actual monarca Felipe VI y la de “la Ley de la Reforma de las Leyes fundamentales del Reino franquista del 4 enero del 77”, delega en cuatro apátridas que se reparten cargos, poderes y empresas públicas por cuotas en proporción según la coacción a los colores en la urna de los súbditos votantes, a costa de que estos vivan atrasados décadas, por no decir siglos, como sociedad con respecto de otras naciones y pueblos políticamente hablando, es decir, en lo que atañe al terreno público; que cada vez estén más empobrecidos; que la servidumbre, la humillación y el esclavismo sea condición de vida, cada vez más palpable y más exagerada; y que, al igual imagen y semejanza que nace y se desarrolla el Régimen de poder establecido desde el 78 por su condición corrupta, fraudulenta y aniquiladora y opuesta a todo progreso como nos muestra de manera evidente la experiencia, encontramos extraviado y en una profunda confusión al pueblo español, que participe y culpable directo de todo ello, no sólo sin vergüenza ninguna sino presumiendo y orgulloso de ello, crece y se desarrolla en aras de esa degeneración sociopolítica, institucional y gubernamental, imparable desde la REFORMA, y no RUPTURA, con el Régimen dictatorial anterior. 

Votar, la Libertad es votar, inyectarse líquidos desconocidos y llevar bozales para ir con el rostro escondido, y así, tapar el rostro que se le debe de quedar a aquel que a diario lo humillan, lo mienten y lo conducen al fracaso permanente siendo él mismo el culpable y cómplice de todo ello; estar indignados con los políticos es entonces lo normal en un pueblo ignorante de la realidad política y de los hechos que le acontece, plato fuerte para el Estado, los indignados, los de los pitos, los de las banderas, los altavoces y las cacerolas, los de las ideologías, los de la socialdemocracia, los del consenso político, los reformistas, los sin valor, los traidores y los cobardes, los cómplices y los culpables.

El rostro de este señor de la foto, muestra con claros y evidentes rasgos que marcan y reflejan en su expresión, hasta qué punto ha llegado el nivel de crispación, de idiocia y de locura innata que mantiene de manera ridícula el pueblo español en su día a día voluntariamente, la esencia putrefacta de convivencia que lo define y en el leganal en lo que ha desembocado su tradición y condición.

 

Antonio HR, a 4 de febrero de 2022.

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