(En la imagen, Mc 7,14-23 . En aquel tiempo, llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo: “Oídme todos y entended. Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; lo que realmente contamina al hombre es lo que sale de él. Quien tenga oídos para oír, que oiga.”)

 

Miedo a la Libertad Política


En España cuesta referirse o hablar de Libertad en singular, es un término confundido perdido en un sin fin de creencias particulares y en muchos casos considerado ficticio y utópico; muy pesado para la razón de muchos españoles cuando se trata de explicar y mostrar en serio sus características y cómo funciona cuando realmente la hay; muy lejos de la mente, y ya no digo, de la conciencia del individuo.

La Libertad, por su condición creadora y controladora del poder y siendo el resultado de mostrar la verdad política en la acción pública, es un término tabú para los gobernantes; tradicionalmente olvidado y apartado del conocimiento de la sociedad española, que, por lo general, no sabe lo que es. Un término totalmente desechado y escondido de la enseñanza pública y es extrañado por el resto de súbditos que, en el mejor de los casos, creen que su libertad está en los derechos y libertades individuales otorgadas desde el poder en forma de Decretos de ley, y a malas penas, la confunden con el derecho a votar y participar en la urna, en cualquier caso, el significado del término Libertad se extravía en creencias y tópicos que no aclaran nada y están muy lejos de lo cierto. La Libertad se pierde en la esperanza absurda del indignado, de la concesión de derechos, permisos o autorizaciones que se conceden desde el poder soberano. 

Ciertamente existen varias implicaciones sobre este término Libertad Política Colectiva, un descubrimiento histórico que viene de la mano con el jurista y pensador republico Antonio García-Trevijano, para refutar y contradecir, con esta diversidad de criterios, todas las creencias confusas y tópicos que predominan generalmente entre la sociedad, que está muy lejos de concebir, y ni siquiera conocer, el significado de este término tan desconocido a la vez que importante para la sociedad. Y es que, no existen realmente lo que comúnmente se denominan “libertades individuales” porque en realidad son derechos y que su origen jurídico que procede de las leyes, por eso, siendo los derechos algo previo a cualquier Constitución escrita, no pueden tener su garantía en las leyes. Para que exista Libertad en singular, debe de haber previo un periodo de Libertad Constituyente donde se constituyan las estructuras de poder. Una gran confusión hay en la creencia, de que la Libertad es un asunto personal o particular que depende, de la riqueza, o del talento, o de las virtudes individuales y particulares de las personas, algo que es profundamente una falacia y es falso, la Libertad no depende de asuntos materiales ni personales, y si, o es colectiva o no es Libertad, que la Libertad de uno la constituyen los convecinos de la misma sociedad. Y también están aquellos, que dicen que la Libertad depende de la forma de gobernar, del régimen de poder o del sistema político cuando es totalmente al contrario, es la Libertad la que crea y da como resultado el único sistema que hay y que es garantía de esa misma Libertad mediante la forma de gobierno de la democracia formal o representativa, no hay ningún régimen o sistema que pueda engendrarla, es al contrario, la Libertad es la creadora. La Libertad no es un resultado, sino una causa. La democracia no crea la Libertad, sino que es su resultado; y es por eso que, en España, no hay democracia, porque nunca ha habido un periodo de Libertad Constituyente. También, un factor decisivo para que se de en un futuro la posibilidad de una conquista de la libertad política, está en el escollo del miedo que tienen determinada parte de la sociedad, que son una gran parte, de que sus vecinos de comunidad o de distrito puedan elegir también como él mismo y sean también consecuencia en los resultados y una influencia de carácter lascivo o irritante para aquellos, ya que por soberbia no admiten que otros elijan y no están a favor de vencerse en solidaridad con el resultado de la libertad en las mayorías, ya sea por creer que hay ignorancia en la elección o que las masas son ignorantes, o ya sea por soberbia y egoísmo de que otros elijan.

 Nunca la Libertad se ha mostrado en España como fundamento último de la constitución del poder político y sus instituciones gubernamentales, lo que supondría la apertura de un período de Libertad Constituyente, quiero decir que, los españoles no saben que, sin Libertad Política, todo lo referente al ejercicio de lo público es falso y no está garantizado, sus vidas no las controlan ellos, las controla el poder. Esa es la diferencia entre convecino o ciudadano y siervos o súbditos. 

(En la imagen, “Las Bodas Aldobrandinas” es una pintura al fresco datada aproximadamente entre los años 27 a.C. y 14 d.C., perteneciente al arte romano). La tradición política en España es que el poder se delibera, se dicta y se construye desde el Estado, jamás fue la sociedad civil quien eligió, creó o constituyó sus formas de gobierno ni a sus gobernantes, los españoles no saben, y en muchos casos no quieren saber, de responsabilidad civil, y esa es la causa última de su realidad pública: una sociedad infantil a la espera de la decisión gubernamental para organizar su vida cotidiana; el peligroso factor para que haya conciencia colectiva como sociedad que es vivir de las apariencias o de creencias personales, como pensar que hay democracia, que hay constitución o que se elige a los gobernantes en las urnas; una sociedad, que ha crecido con el engaño y la mentira de la reconciliación y la concordia mediante el consenso político, siendo el consenso realmente un impedimento para que haya nunca Libertad y democracia, un factor contrario a la libertad de pensamiento en favor de la unanimidad política instituida, sea porque donde hay consenso no puede haber nunca democracia, ya que son las mayorías las que deciden; lo ridículo y lo que rige la sociedad española es el “imperio de la Ley”, como si las leyes dictarán la realidad de naturaleza por Decretos, ¡como lo dice la ley”, es el miedo y el respeto exagerado a ese término utilizado para provocar ese mismo temor y también terror, cuando lo cierto es que, y atendiendo a la prohibición del mandato imperativo sancionado en la Carta otorgada del 78 que hace que todas las leyes sean nulas de pleno derecho al ser dictadas con mandato imperativo desde el Ejecutivo, no es en una cámara de representación del ciudadano donde se hacen, se construyen o se modifican las leyes que el ciudadano debe de obedecer, función legislativa que es propia y correspondiente a la democracia formal o representativa, es desde el propio Ejecutivo, más bien desde la clase económica dominante, el origen de las leyes; qué puede ser peor para una sociedad que se considera libre, que el Ejecutivo anuncie los Decretos de ley que él mismo ha de ejecutar, además, con el apoyo incondicional de los jueces, que para más INRI, son colocados ahí por el mismo Ejecutivo o por las facciones más destacadas del poder en el Estado

(En la imagen,“Intriga”, 1911. James Ensor es el pintor de los falsos, los mentirosos y los que ocultan la verdad de quienes son, con una máscara y tapándose la cara. En la época en la que vivió James Ensor, la sociedad vivía una sociedad hipócrita, una sociedad con caras falsas y expresiones traidoras. Después llegaría la I Guerra Mundial y se desinfla la burbuja idealista en la que Europa estaba metida. Ensor, como visionario que fue, captó aquellas gentes absorbidas por el aparentar, la vida viciosa de las ciudades y la mediocridad de las gentes con dinero, o no tanto, y sin educación).

Aquellos que no quieren y son un tropiezo para la Libertad, son aquellos que la quieren confundir y esconder, diciendo por ejemplo que es una utopía, al percatarse de que, o es colectiva o no es Libertad; también aquellos que defienden que la Libertad de uno empieza donde acaba la de otro, cuando eso es lo relativo a los derechos o propiedades físicas o inmobiliarias de uno; son un escollo para la Libertad, aquellos que niegan rotundamente o desconfían del elemento representativo en la elección de diputados de distrito, alegando que la representación política es una ficción. Podríamos señalar algunos pensamientos e intenciones de muchos, que aparte de ignorancia o miedo y temor individual descarado a la libre elección por mayorías de lo que respecta a lo público, son factores de confusión y de impedimento para que se entienda qué es y qué conlleva que exista Libertad Política en una sociedad. No es cómodo para la conciencia de muchos arriesgarse a caminar en el abismo de las mayorías y el grado de compromiso y responsabilidad cívica de una acción política colectiva verdadera participando el ejercicio de la definición y construcción del poder.

 

Antonio HR, 1 de marzo 2022.

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