Las diferencias entre sociedades europeas ante las mismas restricciones en la zona continental y Reino Unido del 2021.
Sabiendo que el futuro de cada nación es la propia conciencia de la Nación y la integridad moral de los ciudadanos en su acción social y política, voy a ser justo y no voy a atender a juicios comparativos con otras naciones y acontecimientos que no atañen exclusivamente al pueblo español, que es lo que, innatamente nos atañe a todos los españoles, y no voy a entrar en comparaciones, que son odiosas, para asumir un problema que es propio de la Nación española.
Es cuestión de que la naturaleza de cada pueblo entienda y acoga la situación política y social del momento, cada uno en las posibilidades que trae las costumbres y características de gobierno de su país, y cada uno a su manera, para que sea la conciencia, mucha poca o nada, la que guíe y construya el porvenir de la Nación, cada país la suya. Nadie sabe qué pasará mañana con las naciones del mundo.
Aun habiendo puesto un ejemplo de lo que viven las sociedades vecinas de España y Francia estos días atrás en publicaciones anteriores, quiero remarcar aquí que no es mi intención comparar, ni mucho menos al pueblo francés con el pueblo español, son dos pueblos, a pesar de vecinos, totalmente diferentes tanto en la actualidad política como en la historia, aun habiendo compartido episodios históricos dada su realidad geológica y continental.
Es evidente que el pueblo francés, trae consigo una tradición política y social muy distinta al pueblo español, de ahí, que podemos comprender la reacción distinta y diferente de estos dos pueblos ante prácticamente los mismos requisitos legales y restricciones gubernamentales sobre los temas virales que acontecen este último año atrás. Eso no quita del resultado final ni de que un pueblo sea mejor o peor que otro; simplemente refleja la conciencia y la presencia de los individuos en este momento de crispación social en el barullo de legislación e improvisación legislativa que hay en torno al continente europeo. Esto no ocurre solamente en España, me refiero a esta pasividad innata de no mover un dedo ante las imprudencias gubernamentales de un país; yo vivo en Noruega, y aquí se diga lo que se diga, no se mueve ni dios. Es decir, no es que España sea una sociedad indiferente a su manera de gobernación, es que, es el hecho de que cada sociedad se ve atacada de una manera distinta. Podemos hacer memoria, que, en España, jamás se han decapitado civiles ni sujetos políticos en nombre de ninguna revolución fallida, como pudo pasar en Francia; en España tenemos otros pesares, como la Guerra Civil u otros enfrentamientos nacionales como las Guerras Carlistas o la represión de 40 años de dictadura franquista. Quizás a los españoles les resulte más fresco gracias a los sentimientos ideológicos, que la memoria que la experiencia social y política nos ha dejado de la historia de España este último siglo, sea más profunda y conmovedora, pero eso, no quiere decir nada en cuanto a la reacción de los individuos ni su comparativo con otros países.
Es cierto, y a primera vista, que yo también he remarcado como resalte de actualidad social en el continente europeo, la diferencia de reacción de los individuos en dos países vecinos como son España y Francia ante las prácticamente mismas restricciones gubernamentales en los acontecimientos virales que ocupan toda la zona Schengen que es prácticamente todo el continente europeo.
Ahora digo, tras reflexionar sobre los acontecimientos políticos y sociales en todo el continente, que no tiene nada que ver la reacción con el resultado, o con la valoración de ser mejor o peor, simplemente se trata de experiencia y evolución como pueblo; quizás el golpe de Estado de De Gaulle no es lo suficientemente eficiente para que el pueblo francés tome conciencia de Libertad Colectiva, quizás del error, y no de manera artificial como sucedió en Francia con un golpe de Estado, se aprende más y se llegue de manera natural a lo profundo del asunto y a la conciencia de Libertad colectiva, un golpe de Estado no es la conquista de la Libertad por mucha democracia que traiga. Hoy el pueblo español está atado a su tradición y costumbre partidocrática fruto de la mentira y de la imposición de la forma de gobierno e instituciones gubernamentales, pero eso no quiere decir que el día de mañana no abran los ojos, porque si no, ¿qué estaríamos haciendo ahora mismo aquí intentando cambiar la moral?
Solo podremos saber la realidad de las imposiciones gubernamentales para viajar y saber la realidad de las restricciones, si atendemos a las visas y al terreno de la emigración. Es la escusa viral la que hace que, mediante restricciones en diferentes y específicos países, sea posible la movilidad más o menos fácil entre ellos. Esto no es algo que se agarre a una opinión, esto es algo que podemos ver en las ordenes de legislación para la entrada en fronteras de los diferentes países de la unión europea y países del continente. No es cuestión de asuntos virales, cada país se agarra a restricciones muy distintas a pesar de ser vecinos, lo cual lleva a pensar que no se trata de asuntos virales sino de frontera. Como ejemplo esta, lo que hoy vemos en los mapas actuales del momento, países en rojo y países en verde, es casual que sea la relación económica entre estos países la que marque la posible o no movilización de personas entre estos países; también en el ámbito internacional, donde ocurre la incoherencia de que haya países de Europa que no acepten a propios países de Europa para la entrada de sus extranjeros continentales y de acuerdo a la libre entrada , de visitantes internacionales en países específicos. Es decir, todo se resume en relaciones financieras e internacionales, sino comerciales son políticas, para dar explicación a tal incoherencia, que por escusa lleva un virus que es diferente en cada país. La reacción que produce en los individuos en ciertos territorios continentales es indiferente, eso es en la mayoría donde, procedentes de países beneficiosos económicamente, parece ser que no les influye el tema viral; tanto no pasa en países menos agraciados económicamente, a los que se les ha cerrado por completo y de pleno el acceso a cualquier territorio europeo a no ser en caso excepcional o de familia directa. Es decir, las restricciones con escusa viral se resumen directa e intencionadamente en VISAS. Nada más, no hay más y, en muchos casos, aun teniendo contratos de trabajo, es dificultoso el acceso al país dependiendo del país de origen.
Añado este párrafo en razón a que, toda Europa responde al mismo sentido de legislación en cuanto a los asuntos de restricciones, vacunaciones y mascarillas, la misma preparatoria y espectáculo social, y en cada país se ha respondido de una manera, siendo en todos los países del contorno continental europeo y Reino Unido, a pesar de su salida Brexit de la Unión Europea, prácticamente el mismo dictamen restrictivo legislativamente. Solo ha cambiado entre ellos el tema VISAS, ahí está el asunto, ¿qué país si y qué país no?, qué país entra y qué país no entra; hablo de los ciudadanos claro, los del color rojo y los del color verde, siendo los del color rojo lugares vacacionales todos de los del color verde, pero a la vez, los del color rojo no pueden viajar a los del color verde, o que ellos mismos consideran verde. Es decir, de virus absolutamente nada. Es normal que, el que no viaje no sepa lo que realmente pasa y esté pensando que un virus extraño le invade el cuerpo.
España se ha quedado.
Sucede que España necesita un pinchazo, quizá un tropiezo, otro más, para pegar el salto de manera valiente a tomar en las calles el asunto de manera colectiva; hoy nos parece algo inalcanzable, pero no podemos decir a ciencia cierta que será imposible. Lo que ha traído a otros países vecinos no es mejor que lo que ha traído a España, yo conozco Europa, conozco su historia, y, además, he vivido en varios países de la zona continental y en Inglaterra, soy consciente de los errores como sociedad que se cometen, en cada lugar, diferentes de cada cual. No podemos pretender que naciones y pueblos distintos reaccionen de la misma manera ante legislaciones similares que es lo que ocurre ahora mismo en toda Europa. Un ejemplo en la historia, en tiempos de decadencia del imperio español, tras la invasión napoleónica a la península, no había país en el continente que tosiera al emperador francés, pues fue España, en un resorte y reacción por instinto quien puso firme al emperador que dominaba toda Europa; no fue un ejército, fue el pueblo quien puso en su lugar los acontecimientos políticos del momento. Como dato histórico, quizás hoy no tenga relevancia, pero como ejemplo de que no sólo es la suerte la que acompaña a los acontecimientos de un pueblo, es el instinto y es el momento.
Por esto que explicó aquí, es sólo una reflexión para no caer en la equivocación de pensar que hay países mejores o peores, solamente hay, reacciones distintas a cada poder ejercido con resultado totalmente distinto en cada sociedad.
En España, a pesar de su actitud pasiva e incapacidad actual para reaccionar ante el mal uso de poder, debemos de seguir haciendo hincapié en lo que a los españoles nos atañe, para hacer un futuro viable, sin estar pendientes de nadie ni de lo que hagan los demás. No pasa en España nada distinto de lo que no pase en el resto de Europa, y eso soy del todo consciente. Es tan esclavo el alemán en el siglo XXI que el español, o el italiano o el holandés. La reacción ante el poder es distinta pero el régimen es el mismo, heredero de la Revolución Francesa y los partidos posteriores a la Segunda Guerra mundial.
HR Antonio, 19 de julio del 2021