La España profunda, los no representados.

La sociedad española debe de saber y ser consciente de que no estamos representados por nadie, nadie ni nada es representativo de ningún ciudadano en esta forma de gobierno actualmente vigente en España y desde el 78, ningún partido político, nadie; y no hay representación porque la forma de gobierno que hay en España desde el año 78 es un Estado de partidos; esta forma de gobierno prohíbe tajantemente la representación política del ciudadano, sustituyendo la representación por la identificación de las personas con el colorido que, desde el Estado que es el poder único soberano, se oferta.

Con la intención de aclarar qué es la representación política, qué mejor que hacerlo señalando un ejemplo de falta de representación y las consecuencias, normalmente lamentables, que tienen lugar cuando de lo que se trata es de que los ciudadanos pidan cuentas de sus incertidumbres y de su día a día y puedan defenderse ante las injusticias gubernamentales. Nos hemos ido a una pedanía de la montaña cántabra, el Serdio, donde los habitantes, en este caso ganaderos, no tienen herramientas formales para que nadie saque la cara por ellos, no tienen dónde ir a pedir cuentas a nadie ni a quién reivindicar sus problemas cotidianos, y el problema verdadero no es que no dispongan de esos medios representativos, el serio problema es que no saben lo que es la representación, es decir, desconocen que nadie les representa porque nadie se lo dice y no están informados. El objetivo que tiene este artículo no es tanto el describir los hechos ni hablar de ellos, porque ustedes pueden contemplarlo en los videos que se han introducido en el texto, aunque sí hablaremos de las declaraciones de algunos de sus convecinos para saber la realidad política y social en la que viven los habitantes de la localidad. Lo que se pretende en este artículo es mostrar la realidad política en la España profunda de los pueblos, con un ejemplo que, a mi juicio, no debería haber pasado nunca si las instituciones fueran democráticas y representativas de los ciudadanos. Trato también de mostrar y destapar la mentira en la que viven las personas, o una mayoría de ellas, en España, pensando que están representados y que en España hay democracia. Tenemos en este lamentable acontecimiento un ejemplo de la falta de representación política y las consecuencias que tiene en algunos momentos de la vida cotidiana de los individuos. Procedamos a ver los sucesos que acontecen a primeros del pasado mes de julio de este 2021 en la localidad al tratar de impedir que las fuerzas de seguridad del Estado, en este caso la Guardia Civil, precinte para su demolición el único puente que usan cotidianamente los ganaderos y habitantes de la zona:

 

Si queremos buscar causas verdaderas y reales en este acontecimiento de la localidad de el Serdio, no hay que irnos, como equivocadamente se suele hacer, pidiendo cuentas al gobierno de turno, esa no es la razón por la que los vecinos de el Serdio no están representados, donde tenemos que acudir es a la forma de gobierno de Estado de partidos, más en concreto a la Carta otorgada del 78 llamada equivocadamente Constitución, que es la que da permiso a que, entre muchos otros tipos de injusticias sociales y políticas, sucesos de esta índole y otros similares se puedan contemplar en el panorama nacional. En concreto, la forma de gobierno de Estado de partidos es un modelo gubernamental que deja absolutamente al margen al individuo de cualquier decisión o elección en el terreno político, el poder lo tienen los partidos que están en el Estado y desde ahí llaman al pueblo para que participe con más o menos coacción, donde los siervos del Régimen de manera voluntaria y servil, van a ratificar las listas que los jefes de partido preparan sin consulta previa a nadie, el individuo no elige absolutamente nada, ni al presidente, al presidente le eligen esos diputados que, atención, no representan a nadie ni a nada, se deben al que les puso allí, ni siquiera al partido. Aquí tenemos algunas declaraciones que hacen los vecinos a periodistas que se acercaron a preguntar sobre el asunto:

 

Aquí podemos observar la indignación y la impotencia de los convecinos que expresan una alterada preocupación sobre la poca atención de ninguna institución o de ningún medio hacia con ellos; como vemos, ni siquiera saben a quién deberían pedir cuentas o por quién deberían ser atendidos formalmente en el ámbito público e institucional. Así mismo, como podemos observar si nos adentramos a este acontecimiento de esta pedanía cántabra, el hecho de que los habitantes del lugar estén indignados y muestren desconocimiento en cuanto a la ausencia de representación, produce en las instituciones del Estado, que otros órganos o partidos estatales, puedan hacer propaganda y ganar adeptos votantes mediante la ficción de la representación, algo realmente imposible, pues cualquier facción del Estado pertenece al Estado y se debe a él que es quien le paga y no a los ciudadanos, es la excusa para la propaganda. Es la indignación, la carne para la picadora del Estado; porque ocurre que, se reconocen los efectos del mal uso de poder y la carente atención a los ciudadanos, pero, en cambio, no se reconocen las causas reales ni medios para poder solucionarlo. Esta web, que especialmente se ha encargado de llegar a los vecinos de Serdio, se va a encargar de dar causas y dar soluciones y así, erradicar la peligrosa indignación vecinal, aportando criterio y apoyo a los habitantes de esta pedanía cántabra.

No es el alcalde el que dará la cara por ellos, el Alcalde es un elemento del Ejecutivo, es decir del Estado, no está para representar a los convecinos, ni puede representarlos ni podrá nunca porque un alcalde no tiene el cometido para la representación política, es un mero elemento de la administración del Estado. Buscar las causas de esta represión del Estado hacia los ciudadanos, no la podemos encontrar en cargar de culpa al gobierno de turno, pues no es el gobierno de turno la causa de que no haya representación ni de los males sociales y públicos, es el Régimen de poder, el Estado de partidos, el enemigo número uno del pueblo español, y aquí tenemos un ejemplo, en esta localidad de Cantabria, el Serdio, donde los mismos habitantes de esta pedanía de la montaña se ven en una disputa contra los agentes de la autoridad, sin poder defenderse con medios civilizados y formales en el ámbito político. La ausencia de Libertad Política es una evidencia, con lo cual también lo es la falta de representación. Estos habitantes de esta localidad, y también los que pertenezcan a ese mismo distrito poblacional, en el caso de estar representados verdaderamente por un diputado elegido a mayorías por ese distrito, conocido por todos los convecinos, a quien pueden ellos ir a pedir cuentas de cualquier asunto cotidiano, hablar con él cara a cara en su oficina de distrito y que este mandatario o representante se vaya a Madrid al Congreso solo y únicamente a hablar del puente de Serdio, eso es otra categoría para el pueblo español que no está reconocido ni mucho menos en la forma de gobierno ni en la falsa Constitución que nunca estuvo vigente. Eso es la representación política, no es necesario acudir ni tener que enfrentarse nada más y nada menos que unos simples trabajadores ganaderos y habitantes de la zona tengan que ponerse en pie de guerra con los cuerpos de seguridad del Estado.

La gran confusión que reina en la mente y la conciencia de los españoles pensando que los partidos políticos nos representan es una ciénaga de confusión y de decadencia, y es que, no saben que el Estado de partidos prohíbe la representación, y por esta razón, ni un ciudadano español está representado absolutamente por nadie. Cuando ocurre algo en la comarca o el barrio de donde es uno sucede que no tenemos donde pedir cuentas ni a quién. ¿Acaso el alcalde, elemento estatal, que pertenece al Estado, al Ejecutivo, puede hacer algo por estos ganaderos?, en absoluto, porque, el alcalde no es un elemento de representación, no representa a los ciudadanos ante el Estado y el gobierno porque pertenece a él. Realmente, el pueblo no tiene a quién acudir cuando tiene problemas, no hay ni dónde ni a quién pedir cuentas, porque el Estado de partidos deja fuera en absoluto al individuo de cualquier decisión o elección en el terreno político, es decir, votar en el Estado de partidos solo sirve para perjudicarse uno mismo y a los convecinos, además de no elegir absolutamente nada y ser cómplice de que el abuso de poder y la corrupción permanezcan como venimos contemplando desde el primer día del Régimen en el 78. De hecho, sin corrupción no podría funcionar nada ni nadie, y eso se refrenda en las urnas.

Lo que no me cansaré de explicar es que cuanto más se vote peor, y cuanto peor sea la situación menos hay que votar. Es el único medio pacífico y civilizado para que el poder del Estado recule, la no aceptación de las reglas del juego donde siempre ganan los mismos, donde la justicia no es la misma para todos, donde el ciudadano no está representado, donde no hay quien ampare a ningún convecino ante cualquier asunto público, donde es la fuerza del Estado quien marca la ley, ya que al no haber una verdadera constitución y el documento jurídico que se tiene no está ni ha estado nunca en vigor (no hay una ley dictada con pleno derecho ni validez jurídica, de ahí la corrupción constante), donde el pensamiento y moral de la sociedad es una amalgama de confusión respecto a las consideraciones de los individuos sobre las herramientas que poseen para su defensa ante el Estado y la injusticia, donde la corrupción y la prevaricación es factor de gobierno este quien este y venga quien venga. Aceptar la no participación en conciencia de que no hay democracia y no hay control del poder, de que ningún partido es representante de nadie porque se deben al Estado que es quien les financia y miran solo por los intereses de este, porque no hemos elegido a personas físicas sino que hemos refrendado listas de diputados de un partido político que no sabemos cómo han llegado hasta ahí, el desapego a la participación, es para el individuo un mecanismo de defensa pacifico, aun teniendo que agarrarse a un despego de sus ideologías que, naturalmente, siempre se tienen dada la experiencia personal de cada cual, pero que evita la cerrazón y el fanatismo de las ideas y ayuda a apartarse de la irracional participación en las urnas del Estado de partidos. No votar en conciencia porque no elegimos nada en la urna, no podemos decidir absolutamente nada. No votar en conciencia porque votar cuando no hay democracia es perjudicial para uno mismo y para los convecinos, y eso no se sabe. Se pretende comulgar con lo que nos machaca y oprime. Y es que cuando no hay medios civilizados y democráticos, es la fuerza bruta la que marca la ley, porque, la política, es solo cuestión de fuerza.

Esto no es un artículo periodístico ni un relato de crónica, aquí de lo que tratamos es de exponer las causa de lo que ocurre, de acercarnos a la realidad política y social, a la verdad última y única que es la misma para todos y, en la medida que esté en nuestras manos, dar soluciones a los problemas. Estudiar la situación y los acontecimientos de manera objetiva, para exponer un estudio del hecho lo más riguroso posible, por eso, no verán ustedes en ningún medio de prensa, radio o televisión y en ninguna otra institución este tipo de artículos explicando la realidad política, eso al Estado no le interesa.

Art. redactado por Antonio HR, 30 de julio de 2021

 

Un comentario de “El puente de Serdio

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