De España a finales del año 2021

 

Nunca hubo un segundo de democracia en España, lo que hay en España como forma de gobierno es un Estado de partidos o partitocracia vulgarmente hablando y desde el 78. Y ha ido degenerando al no haber roto con el Régimen anterior, la dictadura, es decir, lo que vemos hoy y tenemos delante, lo que muchos confunden diciendo que ha cambiado de democracia a dictadura, u otros que hablan totalmente desubicados de comunismo, chavismo o socialismo, inclinaciones ideológicas que en España políticamente hablando no existen desde la Victoria del General Franco en la Guerra Civil española, es, de hecho y de derecho, la contemplación de la pura y cierta degeneración del Régimen anterior, la dictadura de Franco. 

Algunos, ignorantes, quizás tachen esta afirmación como opinión personal, pero tampoco se van a molestar en averiguar si es cierta o no. Yo lo trataré de mostrar aquí, en este artículo. Tras la Reforma, al principio de este Régimen del 78, no se notaba mucho la degeneración, pues se acababa de dar el pistoletazo para empezar a meter las manos en las arcas, estoy seguro que ya desde el primer día, y siempre ha sido así sin parar y sin conocimiento. Como siempre se ha vivido con y de la corrupción por bandera, haber corroborado esa corrupción en la urna ha tenido, tiene y tendrá naturalmente sus consecuencias, negativas y degenerativas; eso se traduce como podemos observar hoy, en una realidad latente para cualquiera que no se quiera engañar, todo está podrido, todo es mentira, ya la mentira y la confusión no se pueden tapar, es todo un sindios, un desmán, gobernados y gobernantes, no se respeta ya nada, toques donde toques te quemas. Y eso es algo que es normal cuando lo que se ha legitimado en cada comicios es la legalización constante y permanente de la corrupción, que se haya hecho legal en su forma material y normal en su forma moral, tal es así, que lo cotidiano es corromperse y no denunciarlo; la prueba es evidente cuando el Tribunal Superior de Justicia no sirve absolutamente para nada y el Tribunal Constitucional es una panda de amigos de los partidos, especialmente de los más grandes y donde el Ejecutivo tiene un brazo que es el Ministerio de Justicia, prueba y señal suficiente de que es imposible que exista un átomo de justicia en España.

 

 

Todo lo que vemos en la más pura actualidad en España, terminando prácticamente ya el año 2021, y que curiosamente coincide con el cambio del Primer Ministro Canciller en Alemania, Olaz Scholz, aunque nos pueda sonar extraño, perfectamente puede encajar con la idea de que estemos en los últimos momentos del Régimen del 78, no nos equivocamos diciendo que está tocando a su fin, aunque, aún, le queda lo peor, los últimos coletazos que vivirán no muchas más generaciones en adelante, no creo que quede ya mucho de donde sacar si no es por el fanatismo, el orgullo y la soberbia y la sinvergüencería de muchos que no quieren que está dinámica sociopolítica termine nunca. 

Antes de que ese proceso de cambio y revolución sociopolítica llegue, traído y promovido por esa parte más valiente, inteligente e integra de la sociedad, el llamado Tercio Laocrático, esa parte del pueblo que provoca, presiona y fuerza desde fuera del Derecho y de la Autoridad, siempre desde la sociedad civil, para un cambio social y político, tendremos que ver los peores atropellos públicos y momentos de este período de Reforma franquista. Donde aparecerán como ya vemos a diario buitres y carroñeros, pactos fraudulentos, impostores a destajo, oportunismo al nivel Barrabas, carroñeros de los cargos y puestos estatales, los cómplices de las “paguitas”, esos que tapan y esconden la triste realidad de un delito infinito de décadas atrás, una prensa desagradable y despreciable que están podridos de falsedad y cinismo, de manipulación y mentira callados con el dinero de sus víctimas. 

Como protagonista diaria y constante de la propaganda estatal de todos los medios e instituciones del Estado, esa gran mentira fundacional, fundamental y funcional de la falsa Constitución del 78, un documento jurídico que jamás estuvo en vigor ni puede estarlo y que a toda la clase estatal la permite que el vasallaje, el fraude y el delito reluzcan cada vez más en el mayor y puro esplendor, todos en el mismo leganal, con la complicidad del pueblo que lo refrenda, para llevarse lo último que queda de la vaca muerta y podrida en medio del desierto que es España; de los españoles, lo único cierto y verdadero que podremos contar a las generaciones venideras, es que apoyaron y fueron partícipes de su propia ruina y decadencia, cómplices directamente de que fueran expoliados, esquilmados y humillados hasta la saciedad. Y veremos la putrefacción en su más puro estado, de hecho, ya la vemos, no es algo que diga yo hoy aquí. Esto previo al cambio, que llegará , naturalmente, todo no dura para siempre y menos un Régimen que no puede soportar por sí mismo su propia maquinaria y funcionalidad, instituciones corroídas de corruptos, enchufes y cargos a dedo por doquier, la enseñanza pública descuartizada, los colegios y universidades son fábricas de ignorancia, la sanidad forma parte de la máquina de corrupción desde hace varios años, clase estatal gobernante sumida en termas de malversación y prevaricación ingente e incontrolable, ausencia del mundo de la Justicia que no existe, directamente no hay Justicia en España, para prueba irrefutable, una Monarquía que desprende de manera descarada y apestosa sus aires más recalcitrantes y contaminantes que hayan podido observar la historia de las monarquías, sobretodo esta, una Monarquía ilegítima y sin honor. Un ejemplo sucio y detestable de convivencia social.

Lo único que trae a cuestas a este Régimen, lo que le hace vivir y mantenerse en su naturaleza rancia, atrasada y cutre, es la cobardía de manera general de los individuos a todo lo político, la moral torcida en lo público tras décadas de totalitarismo y autoritarismo, de confusión y mentira, de servidumbre voluntaria instituyendo amos en las urnas, un pueblo machacado por el miedo y la vergüenza social que está incrustado en los genes desde hace varias generaciones; un pueblo que desprecia e ignora su pasado, le es indiferente y confunde el presente y ha olvidado su futuro, las nuevas generaciones. Un pueblo atado y sumido en su propia docilidad para su obediencia sin raciocinio a las injusticias gubernamentales más descaradas, un pueblo que quiere tolerancia, y tolera el vasallaje, que habla de Democracia y nunca decidió y eligió su futuro en las urnas y que habla de igualdad social sin saber lo que es la Libertad Política. La única libertad que conocen los españoles es la que permite la legalidad, que es la que guarda a este Régimen para tener la excusa y seguir esclavizando, humillando y amedrentando a los españoles, la legitimidad en las urnas es la ausencia de dignidad e integridad como individuos de la sociedad, porque es la que hace girar la rueda de la putrefacción del Régimen del 78. 

Sólo el esfuerzo, la voluntad e interés del pueblo en conocer y reconocer, concebir en su pensamiento intelectual los términos de la Libertad Política Colectiva y de la democracia, provocará un cambio de conciencia y de sentido, y que, hasta día de hoy, se desconoce. Recuperar la conciencia de la Nación es un paso prioritario para evitar las influencias de la propaganda, ser conscientes y tener un sentido de la patria común puede valer de primer escudo. La integridad y el sentido común personal en lo público marca un escollo al poder como prueba de dignidad, y de manera colectiva, una muestra de honor y valentía como pueblo; sobretodo allí, en las zonas rurales, pueblos, barrios y otros lugares vecinales donde os veis más a menudo y os conocéis mejor, donde hay más acercamiento entre los individuos, es más probable que puedan formarse núcleos de defensa y puedan surgir chispas de Libertad que den luz a la noche del Estado de partidos.

 

 Antonio HR, miércoles 8 de diciembre de 2021.

 

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