La sangre de la Carta otorgada, la confusión y la mentira.

 

Algunos debates cotidianos con partícipes de la Constitución española que dicen ser de izquierdas.

_No, no diga usted excusas, !esto es oportunismo!, es aceptar una legalidad tan ridícula de alguien que no tiene la potestad de legalizar a nadie, por eso siempre y a partir de ese momento fueron los partidos llamados de izquierdas los tercerones y acomplejados, porque aceptaron el franquismo por estar en el poder; _esa es su opinión; _ y mediante este pacto, la izquierda política desaparece de España, por este pacto hoy no existe la izquierda política en España; _cada uno tiene su opinión, respete la de los demás, respete la democracia; _ la transacción española no es algo que se defina o se describa mediante opiniones, es una relación de hechos reales, existenciales y contemplables que unidos entre sí cobran sentido; _estamos en democracia y hay que respetar las ideas, todos somos iguales, no había otro remedio que pactar por la reconciliación; _este proceso histórico de España, se ha distorsionado en peso de la ideología de cada cual y se ha convertido de manera escéptica en opinión, y eso es un gran error, y por ello hoy, los que os haceis llamar de izquierdas vivís de la mentira, por no decir la verdad por vergüenza y aceptarla, y también soberbia y fanatismo; _había probabilidad de otra guerra civil; _eso no es cierto, ese fue el famoso “ruido de sables”  que sacó de la manga Santiago Carrillo para amansar a los militantes del Partido Comunista y al pueblo español para poder pactar con sus verdugos; _esa es su opinión, yo viví de joven esos tiempos, y luchamos mucho por traer la democracia a España, yo milité en el Partido Comunista y en otros movimientos obreros, usted no sabe lo que fué, usted no lo ha vivido, no se pudo hacer otra cosa; _permítame que le diga, que los hechos políticos no son opiniones, son relaciones de poder verdaderas y hechos contemplables y que usted vive en una mentira y en una traición, pero no una traición cualquiera, una traición precisamente de los que usted apoyaba entonces y hoy, de sus herederos, y eso usted no se atreve a decirlo ni a aceptarlo, por pura vergüenza y sentimiento de complejo e hipocresía, usted dice que es comunista y republicano, en cambio vota a una Monarquía con esencia franquista, usted se está engañando y lleva así desde aquellos pactos..

A raíz de este debate tan absurdo como habitual entre este tipo de personas que se consideran de izquierdas, y poco productivo por la soberbia, la del fanatismo ideológico y la incapacidad de ver, o no querer ver, de este señor, que convierte un hecho real en opinión, me paré a pensar y a exponer este tercer capítulo del periodo de la transaccion española, que tanto me gusta y me apasiona, porque resulta en la sociedad española algo que aún no es sabido o es ignorado, o simplemente no se le presta ya mucha atención, como si ese hecho histórico-político no tuviera repercusión directa en lo que hoy nos está ocurriendo; un periodo de nuestra historia que se vive y se considera mediante tópicos típicos, teorías oficiales sin sentido u otras creencias e incluso algunas leyendas urbanas de algunos que lo vivieron, un auténtico despropósito para la ciencia y el estudio de las cosas en general, un atraso intelectual como no hay igual. Y aquellos que no se atrevan a destapar la verdad de aquellos hechos o que se dedican a confundirles, obviamente y descaradamente que ellos mismos están reconociendo que rechazan cualquier análisis político formal y científico, algo que, a muchos hoy en día, les pondría en el más alto de los ridículos y de los compromisos y escándalos. Resulta que de aquellos hechos, es de donde sacaremos las soluciones para el día de hoy y así poder dar un paso para el futuro de una manera limpia y clara y no como venimos haciendo desde aquel proceso, que es vivir en una mentira permanente que  sostiene la propaganda partidista del Estado y todas las instituciones y medios estatales, manteniendo una confusión infinita que es la sangre para mantener este Régimen actual de partidos estatales.

Quiero atender a uno de los magníficos párrafos escritos por un gran pensador, uno de los principales protagonistas del periodo de la transacción política en España, ese es el jurista, notario, abogado y hombre de acción política Antonio García-Trevijano, en su obra Teoría pura de la República que se refiere al eterno error que cometen gran parte de los individuos, en peso a su ideología, de dejar todo en el relativismo y el subjetivismo de los hechos reales, para así, apartarse de la realidad última y de lo que se puede demostrar mediante la ciencia, dejando todo criterio en forma de opinión o valoración personal;

 

Antonio Garcia-Trevijano (julio de 1924-marzo de 2018)

Para la falta de pensamiento llamada pensamiento débil, el escepticismo epistemológico, impropiamente derivado en el mundo político de la teoría de la relatividad y del principio de la incertidumbre en las partículas elementales, fundamenta y legitima, no solo el escepticismo intelectual, sino hasta el actual pirronismo social, donde el “vale”, “ya vale”o el “todo vale” ocupan feamente los espacios públicos antes reservados bellamente a la consistencia de la verdad científica probada y ha convertido en dogma social que se refuta así mismo. Si nada es susceptible de ser afirmado como verdad, y cada cual tiene la suya, tampoco puede ser objetiva la verdad de la duda sobre todo. Una duda que, no siendo metódica si no incauta, pone fe animal en los instintos que toman a la Naturaleza por la mano para poder traducir la inseguridad personal en acciones de poder, fama o riqueza”.

 

Pues este señor, Santiago Carrillo, pacta con sus verdugos por oportunismo para estar en el poder (le dije a ese señor), y los herederos de Franco, sobretodo Fraga y Suárez, por miedo de perderlo, y así se fragua la transacción española pendiente de la Monarquía de Franco, que es la primera traición y la semilla de la corrupción. Corrupción que inaugura el Rey Juan Carlos, para dar paso a todos los demás con su consentimiento, y de manera reciproca, ser todos partícipes del fraude y de la mentira a cambio de estar todos ahí, dentro del Estado en consenso, con la excusa de la concordia y de la reconciliación dichosa; como digo, el Emerito traiciona a su padre aceptando la propia Monarquía de Franco, traiciona a España y a la democracia y abre la veda a la corrupción de los partidos, de la mano de Carrillo, que de la noche a la mañana resulta monárquico y acepta la Monarquía de Franco; sucede algo extremadamente peligroso a la vez que falso en política, el consenso político, la destrucción de la mente humana y la prohibición de pensar, y de manera material, el reparto del botín del Estado. 

Yo le comentaba a este señor con el que discutía, que se consideraba de izquierdas y que había vivido este periodo de transaccion política y que argumentaba que él había luchado mucho por la democracia con el Partido Comunista, y que no se pudo hacer otra cosa, a la que yo le conteste: que eso era rotundamente falso, pues en política siempre se puede hacer otra cosa diferente y siempre hay alternativas posibles; me remito a el ejemplo mismo de este periodo, donde pudo haber perfectamente una ruptura con el Régimen anterior y, sin embargo, no quisieron que la hubiera por varios motivos, entre ellos el oportunismo de poder e impedir a toda costa que el pueblo tomara las riendas de las decisiones para constituir el poder, es decir, se le robó su Libertad Política, que hoy la tienen secuestrada todos los partidos estatales que forman el Congreso de los Diputados. No señor, esa no es excusa, le contesté, hoy en España no hay democracia por este señor, por los otros tres, González, Suárez y Fraga, ya es sabido y se sabía sus intenciones, de hecho, no tenían poder legítimo para establecer la Reforma y precisaron de este traidor a sus principios y a 40 años de exilios, torturas y fusilamientos. De repente, se saca de la manga el “ruido de sables“, cuando no había ningún peligro absoluto de nada, engañando a los españoles y su partido, de ahí que muchos se salieran por vergüenza y moral propia de una verdadera aberración como los famosos “pactos de Moncloa” (foto). Ya es hora de decir la verdad en España. En España, hoy no hay democracia por la traición de Santiago Carrillo a la Junta democrática y Platajunta, y traidor a la Libertad Política y a la democracia.

Hoy, los herederos de este señor, vienen en nombre de la Libertad y de la democracia, y vienen también, en nombre de la izquierda política, que no existe, y en nombre de las víctimas del franquismo, que fueron traicionadas a raíz de esos pactos. El desorden y el caos mental y moral  debido a la distorsión de los hechos es tal, que la mentira ronda por la mayoría de las casas de los españoles, impidiendo que, un hecho único y real, se convierta en creencias y múltiples opiniones según la inútil y ridícula ideología de cada cual. Pienso que quizás, en generaciones futuras esto se estudie con más calma y se pueda destapar este entramado político-industrial del 78, hoy parece que la herida está presente para aquellos que no se atreven a mirar esto por el agujero de la ciencia y el estudio intacto de sus elementos constitutivos, de hecho, se podría hacer claramente, y nunca se hizo ni tienen la intención de hacerlo, levantará muchas ampollas y se les terminaría de raíz el tinglado; aunque, siendo así, ya sería demasiado tarde para juzgar a los protagonistas.

 

Principales fundamentos de una verdadera constitución.

En una constitución, como primer requisito para su elaboración, se debe de guardar en un fundamento que es el principio colectivo de la Libertad, que es realizable y posible, porque se adhiere al ejercicio de la Libertad política de los individuos de esa sociedad en su acción constituyente, haciendo posible las conexiones entre sociedad civil y el Estado. Es decir, que una constitución no puede provenir ni de un general, ni de un grupo de militares o gobernantes, ni del Ejército ni de los partidos políticos o miembros de estos, es decir de un poder constituido, una verdadera constitución solo puede ser elaborada, no por el sistema actual de proporción de listas, sino, por un sistema que permita al individuo con derecho a sufragio, la elección directa de personas físicas, conociendo quienes son cada una de ellas, en calidad de Cortes Constituyentes. Para garantizar que es una verdadera constitución, el principal objetivo como fruto de un sistema técnico jurídico, y que trata de una garantía de equilibrio de los poderes del Estado, Legislativo y Ejecutivo, es cumplir la función de la separación de estos poderes, que respectivamente representan a la Nación y al Estado, así, se aseguran unas medidas para el buen estado y conservación de las instituciones, del gobierno y de los gobernantes (Art. XVI de la Declaración de los Derechos del ciudadano y del hombre de la Revolución francesa: “aquel documento jurídico que no garantice los derechos de los ciudadanos y no garantice la separación de poderes Legislativo y Ejecutivo no es constitución”). Siendo garante de todos los derechos y libertades individuales de los individuos que componen la Nación, este documento jurídico, crea una conciencia permanente para el futuro basada en esa Libertad Constituyente que la crea, que es fundante, fundamental y funcional desde su elaboración en adelante. Es en segundo término, el espejo y el reflejo de la convivencia de la ciudadanía y de sus características de costumbres y tradición, que las guarda porque estas son las que constituyen y definen la acción política en las urnas de los ciudadanos.

Es preciso decir y recordar, que los modales con los que se lanzaron en España a redactar ese texto llamado equivocadamente constitución, que responde más a una Carta otorgada por sus condiciones y características tanto formales como materiales y jurídicas, porque fueron sino miembros de un poder constituido los que la elaboraron. No les tuvieron esos modales, ni técnicos ni formales, por parte de la clase estatal de ese momento de transaccion en España, para atender a su pueblo en tiempos de esperanza de libertad y democracia. Tampoco las hubo por parte del pueblo, que ratificó un documento sin antes haber pedido cuentas de ello ni explicación ninguna, dijeron sí y adelante con ello; considero pues una falta y ausencia de responsabilidad también cívica del pueblo de la poca preocupación sobre los efectos que traería ese documento jurídico, tal es esa irresponsabilidad como ciudadanos, que hoy, se sigue refrendando en la urna lo que ya hemos visto y comprobado todos que no funciona ni funcionó nunca. Y hoy, la ausencia de Libertad Política que provoca las barbaridades que hoy podemos percibir, son el resultado de aquellos modales de intereses y oportunismos de poder y riquezas, mediante consensos y pactos a espaldas del pueblo, en beneficio único de dicha clase estatal.

Por lo tanto, en este periodo de transaccion, contemplado como un cambio sociopolítico, cabe destacar el hecho de que ha constituido la fase final de la evolución de la Dictadura. El hecho de que esta última fase haya legitimado libertades públicas y derechos políticos personales, añadidos a una Reforma política del poder ya establecido basada en leyes orgánicas y fundamentales, la dan otro aspecto  de apariencia democrática cuando se habla de derechos y libertades individuales en plural, pues estaban prohibidos en la fase anterior que tenía como forma de gobierno la dictadura. Esto, no supone necesariamente que la continuidad evolutiva del Régimen de Franco quedara interrumpida con una ruptura de su esencia porque se continúa en la misma forma de estructura de poder e institucional, vertical y autoritaria, con la forma de gobierno de Estado de partidos actual como la anterior fase, y como base principal, a la forma de Estado la sostiene la Monarquía de partidos que proviene directamente de los planes del dictador. 

El origen de la constitución española.

La Carta otorgada desde el poder de la Dictadura franquista en 1978, es el resultado de la traición a principios y valores, es el texto fundacional que institucionaliza la mentira y la corrupción. Un documento jurídico basado en leyes fundamentales y orgánicas, al que mediante la incesante propaganda del Régimen franquista se ha hecho llamar “Constitución” y que es apoyado y legitimado por todos aquellos que acuden a votar, y con ello a someterse voluntariamente a la degeneración que produce la destrucción de su propia patria. Es decir, en el ejercicio de los individuos en las urnas se legitima el poder del Estado, alcanzado por el General Franco en la Victoria de la Guerra Civil española y que se continúa mediante la Monarquía de Juan Carlos de Borbón, aceptando y jurando los Principios del Movimiento Nacional (foto). 

Nunca jamás hubo un minuto de democracia en España, nunca hubo ruptura con el franquismo, puesto que, la Reforma para continuar el Régimen franquista por otros medios (Ley para la Reforma del 4 de enero de 1977, aunque estos la hayan derogado en este mismo documento jurídico sin consultar al pueblo, y que fue quien la tuvo que cumplir precisamente para la creación de lo que hoy tenemos y para no romper con el poder establecido), se fraguó con el pacto en consenso de antiguos enemigos, de espaldas al pueblo y traicionando a la sociedad española dejándola al margen de cualquier decisión política. Un hecho que prueba que no hay una verdadera constitución en España es que no hubo un periodo de Libertad Constituyente, ahí donde el pueblo en ejercicio de su Libertad política, eligiera a en referéndum las formas de Estado, si es monarquía o república, y las formas de gobierno. Que no haya una verdadera constitución que cumpla con el principal objetivo de esta, que es la separación de los poderes del Estado, prueba que es la única causa y semilla de toda la corrupción y malversación que hemos vivido en los últimos 42 años, la gran mentira, que nos hicieron creer en todas las instituciones estatales; que a la muerte del dictador vino la democracia y la libertad. Como podemos ver, falso todo, porque lo que vino en realidad fue la instalación de un Estado de partidos o comúnmente conocido como Partitocracia como forma de gobierno, imitando las formas de gobierno de las repúblicas europeas, y así se sanciona por el primer Presidente del Tribunal Constitucional García Pelayo como un Estado de partidos como forma de gobierno, atendiendo a la máxima alemana (véase en el Tribunal de la Jurisprudencia de Bonn de Gerard Leibzhold), que es una forma de gobierno que no tiene nada que ver con la democracia, respaldado por un sistema electoral de proporción de listas de partido. Esto es, la opinión pública queda totalmente al margen de cualquier elección y decisión política, manteniendo las costumbres del ejercicio del poder del Régimen anterior.  

Es tradicional y teoría oficial de forma generalizada, como si de un texto bíblico se tratara, decir y creer que en los años 1976-1978  hubo una transición, todo esto es falso y es mentira. Si atendemos al significado de transición, alude al paso de un estado a otro distinto e implica un cambio en un modo o forma de estar o de ser extendido en un periodo determinado de tiempo, una etapa no permanente entre dos estados. Con lo cual, atendiendo al significado técnico de la palabra transición, solo podemos decir que hubo un cambio, ese fue en las formas de gobierno, de la Dictadura al Estado de partidos, pero manteniendo las sagradas esencias para continuidad del franquismo, de que el pueblo no elige ni decide nada en la urna siguiendo el anterior Régimen en otra fase diferente. Hago memoria de la famosa frase del Sr. Torcuato Miranda: “De la ley a la ley”, pues la Reforma de Leyes fundamentales del Reino franquista siguen hoy con título de “constitución”.

Un pacto entre traidores, y traidores no solo al pueblo por ignorarlo, sino traidores a sus propios principios y valores que traen desde décadas anteriores, y mediante el consenso político, valor fundamental de lo instituido, se hacen con el poder que deja el Dictador sin consentimiento ni consulta previa al pueblo ignorante y al margen de lo que sucedía. El miedo de aquellos que poseían el poder a perderlo a la muerte del Dictador, primero Arias Navarro, destituido por el Rey Emérito para suplirlo en el nombramiento de Suárez en el cargo de Presidente del gobierno y también otros ministros franquistas como Fraga entre ellos, provoca una serie de pactos y relaciones a espaldas del pueblo y en consenso, un tanto escandalosas cuando la palabra consenso es aplicada a la política, entre los partidos en el poder con los partidos que provenían de la clandestinidad, como Partido Comunista entre ellos, y el PSOE. Añadir, que el partido obrero español, el actual PSOE, no es el mismo que había en el periodo de preguerra civil, ya que ese partido desapareció; este apunte sobre el partido socialista actual, es un artificio de Felipe González y Mújica entre otros, que dieron un golpe de mano en el interior del partido original, y apoyados por la socialdemocracia alemana, se van a Suresnes en Francia inventando listas de militantes falsas; era Felipe González, protegido por la policía de Carrero Blanco con el nombre de “Isidoro”, como podemos ver en la prensa del momento y en los audios de los altavoces en las calles, que aparecía en las manifestaciones callejeras de ese periodo de revueltas para que no fuera detenido por la policía. El hecho político marca que, estos partidos clandestinos, aparecen en el reparto del poder del Estado heredado del Régimen anterior a cambio de aceptar la Monarquía del Dictador, el hecho es el oportunismo de los que llegaron nuevos junto con el miedo de los que ya estaban, de la mano del que inaugura la continuidad del anterior Régimen que es el Rey. El consenso político, el reparto del poder del Estado con la excusa de la reconciliación y la concordia, eso es lo que la incapacidad intelectual del pueblo y el oportunismo y la mentira de muchos, mediante la confusión se constituye lo que hasta hoy ha gobernado España y su teoría oficial, muy lejos de ese hecho político anteriormente señalado..

Los acuerdos fundamentales del consenso: reconocer la monarquía de Juan Carlos, dividir España y desconcentrar el poder en 17 pedazos llamados Autonomías y crear lo que se llamo “el café para todos” de Suarez, el Estado de las Autonomías, atendiendo al sistema proporcional de listas que promovió Felipe Gonzalez en contra del sistema representativo que defendía Manuel Fraga.

Estos son principalmente en lo que se basó la fundación del Régimen del 78, de manera que; se convocan unas votaciones (que no elecciones) legislativas, con la misma ley electoral del Régimen de Franco, estos comicios tuvieron lugar el 15 de Junio de 1977, y una vez constituido El Congreso y las Cortes con los diputados elegidos por los jefes de los partidos que van en las listas de los partidos, los principales jefes de los partidos se lanzan a elaborar, en secreto y sin contar con nadie, un texto que refleja los acuerdos llegados entre las partes del consenso; se nombraron a siete personas para que lo redactaran, cuatro por parte de los franquistas y tres por parte de la “oposición”, y todo esto repito, se hizo sin que los españoles se enteraran, con la confusión mediante autorización o permisos en forma de libertades individuales y derechos que jamás fueron garantizados, que el pueblo confundió con su Libertad. Hubo una persona, el Sr. Pedro Altares, que se enteró de lo que se estaba haciendo, Director de “Cuadernos para el Diálogo”, publicó en unos documentos en forma de borrador del texto que se estaba redactando, siendo este hecho una indiscreción de la prensa del momento para prueba irrefutable de que se sabía y se era consciente, al menos los medios, de que se estaba haciendo una constitución en secreto. Para constatar esto solo hay que ir a la prensa de la época. Los señores que estaban redactando el texto se ofendieron por la filtración, en el periódico “Informaciones” del  23/11/1977 se puede ver la reacción que tuvieron estos señores.

Para concluir este tercer artículo de la Transaccion española, señalar lo más relevante en términos generales, y es lo que ocurre tras la muerte del dictador; sucedió una transacción y un pacto entre jefes de partidos para repartirse ese mismo poder absoluto y el botín de las empresas públicas. El consenso político, que funda una oligarquía dentro del Estado, ha sido posible, hasta el día de hoy, por el apoyo de una mayoría popular que lo consiente y lo hace legítimo en las urnas, donde ratifican las elecciones previas hechas por jefes de facciones de la Monarquía.

La soberanía no reside en el pueblo ni puede hacerlo, y la falsa “Constitución” no está al servicio de la Nación ni es una herramienta para alcanzar la libertad y la seguridad. Es una norma elaborada por los partidos para retener el poder en los partidos. Fundada por los partidos para la seguridad y libertad de los partidos. Enemiga de la Nación desde su concepción. No hay una coma de esa mal llamada constitución que pueda cumplirse, no sólo eso, es que nunca ha estado en vigor, porque no se puede aplicar, si se aplicara no se podría funcionar un minuto mas, ni una coma se puede llevar a cabo en ese texto en papel mojado, que es una Norma de segunda mano y que no vale para nada, ya que permite y está concebida, como podemos observar, para la corrupción de todo y de todos;

La constitución española está hecha para no cumplirla

Antonio HR, a 23 de octubre de 2021.

 

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