El circo de los horrores

 

No sé qué trauma tienen los españoles en las urnas, sabiendo que no se ha arreglado nada en la urna, que todo ha ido a peor. Mientras se vote con Partitocracia, Partitocracia tendremos. Y si se sigue votando llegará un momento que España ya no esté como la conocíamos y no tenga solución. Aunque esto que digo ya sucede. España es un teatro lleno de personas sedadas, aturdidas y enervadas por la constante corrupción, la mentira pública y la constante humillación que soporta desde hace más de cuarenta años. Acostumbrados ya a estas prácticas suicidas y masoquistas, no tiene mira para otra cosa, como adicto a las drogas o el alcohol o los juegos de azahar. Realmente este asunto es de terapia, pero de terapia fuerte.

Como no tienen ni han visto y no han conocido otra alternativa que no sea la de votar a facciones del Estado, ni saben ni conocen otros sistemas o regímenes de poder que no sea o Dictadura o Partitocracia, los votantes, no se hacen a la idea de otras formas políticas, están obcecados en que es el gobierno de turno o las personas de turno que ocupan los cargos que vengan a mandar, y ellos sentarse a esperar viendo a ver qué tal lo hace el siguiente; muy sencillo, robar, mentir y humillarlo en su cara. No salen de ese bucle porque no saben que hay otros caminos. No se imaginan otra salida que la de votar y resignarse hasta que, por un Pentecostés, aparezca un salvapatrias llamado no sé cómo. Y esto se debe mucho a la ignorancia sobre el tema. No hay constitución, en primer lugar, lo que produce tanto en la sociedad española como en el Régimen de poder sea un verdadero caos siempre, gobernados y gobernantes. No hay izquierda ni derecha, hay una oligarquía de jefes de partido ahí arriba, que depende lo que atiendan los españoles a la urna se reparten las arcas, los cargos y las empresas públicas. 

Y como este gobierno lo ha hecho fatal, pues “a votar al otro“, y así se entra en un bucle para camisa de fuerza de manicomio si no se para esto ya. ¿No ven que es necesario que sean malos gobiernos para que haya indignados que se suicidan yendo a votar “a los otros”?. El nefasto remedio del “mal menor“, el inútil refugio para el espíritu del manifiesto desafortunado del cobarde y del auténtico fracasado, y las masas, aturdidas por los “va y vienes” del vasallaje y el crimen de Estado de cada gobierno, acuden a resignarse en el fracaso y al suicidio en las urnas de la Partitocracia, llevados por el miedo estúpido e irracional a que ganen “los otros”, renunciando así al bien mayor, a la solución real y cierta, que es la Libertad de todos, la Colectiva. De esta forma inimaginada por los obcecados y tercos votantes, se adquiere una categoría de ciudadano y se refutaría toda moral de siervo voluntario y esclavo del poder; se dejaría de ser cómplice y culpable de tales delitos inherentes a la forma de gobierno de la Partitocracia. En el nulo y apartado ejercicio a la reflexión y el examen de conciencia personal de los españoles, que no se dignan a realizar, en cambio, sí se declinan al ejercicio fraudulento de acudir a las urnas de la corrupción, pese lo que pese, pedestal para sostener a la forma de gobierno del Estado de partidos, que implica la complicidad en un fraude público, fundamento funcional de todo, gobernantes y gobernados y todas las instituciones, estatales y municipales, del primero al último. El que vota, ya sea en nulo o en blanco, está diciendo que está de acuerdo con el sistema, así de simple; da permiso, autoridad y legitimidad para que se siga con el mismo mecanismo corrupto. Y como siempre hay un mal gobierno, pongamos a otros, hasta que se hinchan de robar y así continuamente en el círculo vicioso.

¿No se dan cuenta que les toman el pelo? Que es un espectáculo para idiotas. Para rufianes oportunistas, suicidas de la urna y para obcecados que creen saberlo todo. En España es falso hasta el aplauso. Si fuera Sánchez el culpable, ya lo hubieran echado el resto, en cambio, todos han aceptado sin problema, y sin mucho esfuerzo, las decisiones del gobierno en la presente legislatura, el primero el Rey. ¿Sánchez, qué comunismo, qué socialismo? Ignorantes, Sánchez ha hecho su papel, lo ha hecho muy bien, primero pactando con Podemos, después a la tarea, que es destrozar España para que crezcan los indignados del “otro bando“, enterados que dirán que vino el comunismo y socialismo por eso hay que votar. Para eso nace otro órgano del Estado, Vox, para eso está Vox, para recuperar indignados después del destrozo de Sánchez, lo mismo que hizo Iglesias, exactamente lo mismo; esto para mantener las urnas llenas, es decir, para mantener la Partitocracia, al Régimen del 78. Esto viene pasando desde el 78, no es de ahora.

La salida, y un ejercicio cívico necesario en cada individuo, para salir de donde estamos, se trata simplemente de una simple reflexión para críos. Despojarse de las tradicionales ideologías que hoy, ya no existen como pensar que hay socialismo o comunismo, o incluso que hay “partidos liberales”, es rotundamente falso. No hay “rojos” ni “fachas”, esos apodos ridículos y temerarios, peligrosos para la sociedad ya que la enfrenta sin ninguna razón lógica, son en realidad términos propagandísticos que dividen a la Nación española y no dicen ni explican nada; tuvo sentido y origen en su día, en la Guerra Civil, pero de eso ya hace casi un siglo. Digamos que la concepción de la realidad política en cuanto a valores y pensamiento en la mayoría de los españoles está estancada en una situación política que ya no existe, y sirve a la oligarquía que hay en el Estado para una finalidad únicamente propagandística. Todas las facciones que hay hoy en España defienden la ideología de la socialdemocracia. No es verdad que haya izquierda, es falso, todas las facciones son estatales, ya tienen todos el poder, conforman un Estado parcelario; sirven a la misma Monarquía de origen franquista; han jurado la Reforma de las Leyes fundamentales del Reino franquista llamada equivocadamente Constitución. Todo es un teatro para ignorantes y sinvergüenzas. ¿No se dan cuenta ustedes los que pretenden ir a votar, que no se trata de votar, sino de no votar, que es justamente lo contrario? en consecuencia, no votar sabiendo y siendo consciente de que es un fraude y un engaño. Es un asunto de psiquiatría infantil. De guardería. 

¿Quién se va a pillar hoy día la mano por nadie? Del mismo modo que votar con Partitocracia no sirve para nada. Por eso, no votar en conciencia, ese ejercicio se trata de no hacerlo para que, cuando haya UNA GARANTÍA DE CONTROL, como son Regímenes representativos o simplemente una democracia formal, que son sistemas de poder que garantizan un control de los gobernados a los gobernantes, y de esta forma se vuelva a participar en la urna ahora sí para elegir algo y entrar a forma parte de la opción pública o política, como también, se pueda volver a confiar en algo o alguien en España. 

 

Antonio HR, jueves 28 de julio de 2022.

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