(En la foto, figuras retorcidas, casi cadavéricas, atrapadas entre formas turbulentas de franjas blancas y rojas que acompañan el grito visceral del conjunto. Los rostros, las bocas abiertas, ya hastiadas de gritar, más parece el lamento de la resignación, un lamento más cercano a la muerte que a la vida. Un aullido desesperado, el de aquellas madres que no pueden acallar el grito de hambre de sus hijos ni el grito ronco de su propia alma).
(Museum Jorge Ramdon)

La sociedad perdida. Cap. II.  La sociedad reptil

 

Es asombroso cómo ha calado el bozal, las mascarillas, en la sociedad española, algo tan ridículo que cualquiera, habiéndose informado un mínimo, sabría que no sirven absolutamente para nada y menos para evitar el contagio de ningún virus, en cambio, se ha convertido en una estúpida y ridícula moda que crece, tanto en jóvenes como más mayores, en son con la socialdemocracia del Estado de partidos, la obediencia ciega y la servidumbre voluntaria. Y quiero hacer un inciso en la descripción o definición mejor dicho de lo que es un siervo y lo que es un esclavo puesto que son dos palabras que las podemos utilizar en el mismo contexto sobre el que estamos trabajando que es la sociedad española en cuanto a su servil y obediente actitud hacia el poder que la somete, en cambio, estos dos conceptos tienen su diferencia: según el diccionario de la Real Academia de la Lengua (RAE) el significado de esclavo es: dicho de una persona, que carece de libertad por estar bajo el dominio de otra. Sometido rigurosa o fuertemente a un deber, pasión, afecto, vicio, etc., que priva de libertad; mientras que la palabra siervo tiene estas definiciones, esclavo de un señor, en el feudalismo, persona sometida a un señor feudal y obligada a trabajar para él, pero que conservaba ciertas libertades. Infiero que aunque pueden utilizarse como sinónimos en algunos casos, la diferencia radica en que la acepción siervo, incluye en su significado que puede tratarse de una persona sometida, pero que conserva algunas libertades, mientras en el caso de esclavo no se precisa esta posibilidad. Entendido estos dos conceptos, bien podemos ahora describir y entender que, de manera voluntaria, es la servidumbre del pueblo español, que mediante la participación en las urnas sin posibilidad de elegir ni decidir absolutamente nada, en cambio se lanzan a ellas, a veces de manera radical y fanática y a veces porque es lo que ven hacer, otras por tradición y otras por ignorancia en el asunto, como acto litúrgico para instituir a sus nuevos amos cada cuatro años. (Foto. La voluntariedad de los siervos de la Corte y sus ofrendas).

Es para mí, personalmente, y lo digo sin tapujos, la mayor explosión de ignorancia y estupidez humana que han podido ver mis ojos en mi país natal, no veo mucha diferencia con la vida de un reptil que vive arrastrándose durante toda su vida. Cuanto menos es curioso, que si se cree realmente y se piensa que hay una pandemia o un virus flotante en el aire, los individuos quieran y crean, y tengan la intención de hacer una vida normal evitando un posible contagio y que con un simple trapo se ponga solución para así poder tener las playas llenas, restaurantes, bares, terrazas, servicios, hoteles, hasta la bandera como si nada sucediera, eso que no falte, el mamoneo y el jolgorio lo primero, pero siempre obedeciendo y siendo un ciudadano recto y correcto por si el vecino mira mal, ¿puede juntarse más absurdez, falsedad e hipocresía en cualquier lugar del mundo?. Una conciencia oscura tradicional de generaciones pasadas mantiene el miedo a ser tachados, el sentimiento de vergüenza ajena, al prójimo, y que, mezclado con el miedo al libre y deliberado pensamiento que marca la distinción natural de los demás, le hace tomar un aire a tiempos pasados de la dictadura franquista, el complejo de siervos agarrotados en la inútil ignorancia e impotencia para reaccionar ante el abuso de poder, se ha llegado al punto de tal ignorancia, que al igual que la excusa para todo que tenía el General Franco de los contubernios judeo-masónicos para tener al pueblo sedado en la ignorancia y el desconocimiento de la realidad sociopolítica, hoy, como la divina providencia, son los gobiernos globalistas y las agendas mundiales las que, para muchas personas cómodas en su raciocinio, dan causa de lo que ven.. la real estupidez más íntegra jamás vista se vive hoy en el ambiente de las calles de España.

Pero ese no es el asunto, trataré de dar causa y decir las consecuencias que provoca lo que estoy aquí diciendo. Creo que no somos tan retrasados, aunque alguno sí crea lo anterior escrito, lo que marca la imbecilidad y la gravedad del asunto es que esta obediencia se debe a una forma de vivir tras más de cuatro décadas instalada en el esquema social y político, que es seguir el consenso social marcado desde el Estado formado por todos los partidos políticos, necesariamente también en consenso, en el que todos sin excepción apoyan la ideología de la socialdemocracia, para entendernos, el buen ciudadano debe de llevar la mascarilla, el que no la lleva es el raro, el apartado y el irresponsable. El peligro que trae este esquema sociopolítico y la muestra de los síntomas de una sociedad sometida al despotismo y el abuso de poder, síntomas similares a los de un esclavo con la moral doblegada y sometido por costumbre al látigo del amo, las consecuencias de todo este desmán marcan el camino desembocando como resultado en el rechazo social entre los individuos, esto es, provoca una sociedad enfrentada. Hecho que trae una consecuencia mucho más grave, esa es la más grave de todas y es el objetivo único que tiene toda la oligarquía que hay dentro del Estado, que mediante la confusión y la mentira y usando como herramienta todos los medios e instituciones y todos los sobornos a individuos que participan de la corrupción (hablo desde universidades, hospitales, funcionarios, prensa, radio, televisión, etc.), se trata a toda costa de impedir por todos los medios la conciencia nacional, la conciencia colectiva, que es uno de los pasos principales, sino el que más, para una posible conquista de la Libertad Política Colectiva de los individuos y poder así entrar en un período de Libertad Constituyente para poder traer la democracia a España. Tras este acontecimiento, los españoles, todos con derecho a sufragio, ELEGIRÍAN, las formas de gobierno y a sus gobernantes y tendrían un control del poder. Hoy eso es imposible, ya que el Régimen de poder establecido lo prohíbe directamente, el Estado de partidos o partitocracia vulgarmente hablando, no está concebido ni para elegir ni para representar a nada ni a nadie. Por eso, la propaganda partidista para las votaciones es imprescindible para que este cambio no llegue nunca, es el arma de la oligarquía de los partidos, la pura y mera participación, porque a más participación más fuerza y más legitimación, más apoyo moral, más clientela tendrá el Régimen de poder y la oligarquía que vive dentro del Estado para campar a sus anchas, más participación más reparto de poderes, riquezas y cargos; oligarquía que está a la sombra de una Monarquía de partidos o Monarquía oligárquica de origen franquista que es la madre de todas las corruptelas y la que consiente con la Carta otorgada del 78 de la mano la degeneración de la sociedad entera.

Esperando todos a ir a votar otra vez, a participar de esto que tenemos, a decir que se está de acuerdo con el juego, a darle cancha para que no termine nunca la rueda de la degeneración social y las corruptelas de todo y de todos, empezando por el espíritu hipócrita y corrupto de una sociedad cómplice de su degeneración, para seguir esclavos del Régimen de origen franquista establecido. Excusados en cualquier imbecilidad para ir a la urna, a que nada cambie y se mantenga la oligarquía de jefes de partido que hay dentro del Estado viviendo a costa del fracaso de cada individuo y de su dinero.

(La caída de los condenados de Peter Paul Rubens, basado en el Apocalipsis de san Juan)

 

Haga lo que haga el poder con ellos, es algo que a los españoles les da exactamente igual, es antes su cerrazón en sus creencias e ideologías que la Libertad colectiva de todos. El caso es votar, llevar bozal y vacunarse. La sociedad española no vale para nada más que para obedecer, pero no obedecer algo que les sea en provecho ni leyes legítimas impulsadas por ellos mismos en su beneficio, la obediencia es ciega, es decir, sin raciocinio, sin ningún análisis ni crítica previa a una lógica y formal obediencia a lo que se dicta. También valen para algo más, para tomar y llenar las terrazas, intentar vivir la buena vida, presumir de ello, sirven para la sinvergüencería del oportunismo de algunos que se aprovechan de que otros se consuman y se arruinen y son sustento para que la clase dominante se pudra de corrupción, todos, con la intención integra de participar en el tinglado, escondidos y esquivando la realidad que traen con ellos por vergüenza que supone reconocer la participación en un fraude y en la mentira que les machaca, así creen los españoles y piensan que son libres y que hay democracia. 

España no tiene la culpa de la decadencia, ni Sánchez, ni el gobierno de turno, son los españoles y su poca responsabilidad como ciudadanos; primeramente el miedo a la Libertad en singular y mayúsculas, la falta de conciencia vecinal y nacional como sociedad, el oportunismo y la envidia, la fe ciega en amos que instituyen en las urnas sin control ninguno de sus actos, los efectos de la ideología de la socialdemocracia, los falsos progresismos transformados en dictaduras de la moral que dan continuidad al franquismo por otros medios aunque muchos no se hayan enterado o no se quieran enterar, la hipocresía pura y dura del español obediente y buenista, el todo vale, el todos somos iguales, el miedo de pensar diferente, el qué dirán, la sabiduría innata del español de creer saberlo todo, el consenso político que es una inversión al fracaso constante, su confianza casi religiosa en los medios e instituciones, todos estatales y politizados; son causas principales de la estupidez social que interrumpe cualquier intento de sensatez y acción cabal para cualquier mejora.

Ahora a votar a Vox (quiero añadir para aquellos que no lo sepan que cualquier partido que esté dentro del Estado naturalmente mirará por los intereses de quien le paga y no por los de la Nación, nadie puede cambiar nada desde dentro, eso es falso y mentira, el que entra es para reforzar lo que hay, es decir, Vox es lo mismo que los demás, un órgano permanente del Estado) y al PP, y luego cuando éstos os hayan esquilmado, votáis al PSOE y PODEMOS otra vez. Eso es, se llama servidumbre voluntaria y corrupción moral, esto es, una sociedad podrida moralmente en el terreno público. Se funciona instituyendo amos, ratificando listas de partido que nadie sabe cómo llegaron ahí (sí se sabe, enchufes, amiguismos y corruptelas), listas que nadie eligió ni nadie conoce. Como no hay democracia, se va a las urnas para no elegir absolutamente nada, solo para mantener el látigo del Estado constante que es el que somete sin posibilidad de control sobre él, como pasa en las peores de las dictaduras, así funciona el Estado de partidos que hay en España como forma de gobierno desde el 78. Para eso está hecha la Carta otorgada falsamente llamada constitución, para la degeneración de todo y de todos y para que todo termine podrido, hasta las últimas entrañas de la sociedad española, y sea la corrupción, la estupidez, la mentira y la imbecilidad la madre y origen de todo lo que pasa cotidianamente. (En la foto una representacion de la imbecilidad planificada).

Si fuera odio lo que lleva las palabras que aquí escribo directamente no escribiría nada, si lo escribo es porque quiero decir la verdad sin mirar las consecuencias que ello traiga, y así librarme de ser un esclavo y poder tener una conciencia de un ciudadano libre. Sucede algo curioso, y es que, en aquella sociedad donde la mentira y la hipocresía es el pan de cada día, cuando se da de comer verdad no hace muy buena digestión. Todo lleva su tiempo, se necesita un proceso, y la llave está en la hegemonía cultural para abrir la puerta de la conciencia colectiva como pueblo unido, como pueblo libre, teniendo como bandera la Libertad colectiva previa a cualquier ideología posterior. Todo es falso sin Libertad Política Colectiva, término en general desconocido por la mayoría de los individuos, de ahí su difícil conquista. De ahí que votar sin Libertad Política sea absolutamente inútil si queremos decidir algo para nuestro futuro, el voto se convierte irremediablemente en el fracaso personal y de sus convecinos. Votar sin libertad es egoísmo, es vanidad y es oportunismo, es cobardía y orgullo de evitar que sea la Libertad colectiva la que decida el futuro de la sociedad, por eso se declinan muchas personas a votar sin Libertad ni democracia, simple y llanamente para instituir amos, porque ni creen ni quieren que haya Libertad de todos. Es precisamente esa colectividad la que es constituyente de todo lo demás de lo que queramos hablar por que constituye la unión en conciencia de todos los individuos de la sociedad; ya se hable de leyes, constituciones, democracia o ideologías, es la madre del cordero y sin ella, sin la conquista de nuestra Libertad, seremos reptiles toda la vida y eso es lo que nos da vergüenza y nos pone los pelos de punta aceptar y reconocer, por eso se sigue votando y participando en este leganal, que al igual que las arenas movedizas, _que cuanto más se trata de salir, votando y participando, más se hunde uno _, ese es el efecto que produce la forma de gobierno del Estado de partidos.

 

Antonio HR, 30 de agosto de 2021.

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