Y la Libertad para cuando 

 

Mientras, aparentemente, ya no pasa nada de lo que alarmarse y todo está ya en la cuerda floja de una necesitada tranquilidad y alivio social tras varios años de arrestos domiciliarios, represión, miedo y otros tipos de humillación pública a destajo como muestra de falta de autoridad del poder establecido, y no dejando de lado la constante corrupción cotidiana, que no molesta ni escuece por ser corriente y costumbre, en España, está pasando algo de una envergadura tan trascendental como tal es la causa de sus males, de todo lo que pasa ahora y todo lo que ha pasado siempre durante los últimos más de cuarenta años, y es que en España sigue sin haber Libertad, sigue sin haber democracia, y los españoles siguen sin ser libres

Aunque a simple vista parezca que ya no pasa nada y que lo malo ha pasado ya, pasa que los españoles son súbditos que están sometidos a derechos y libertades individuales, permisos o autorizaciones que presta el poder a los individuos por medio de la Ley, y como nadie en España está representado, como la representación política está rotundamente prohibida, esa Ley a la que se deben los españoles atiende, no a las tradiciones, costumbres o modales y necesidades de los españoles por medio de representantes regionales de distrito en una Cámara de representación o una Asamblea Nacional, donde, si fuera así, en ese caso, la Ley tendría el origen en la representación directa de los individuos y habría un lugar para elaborarla o modificarla en peso de la fuerza de que tomen las mayorías de esa Cámara para aprobarlas, sino que la libertad de la que hablo, la verdadera Libertad Colectiva, no la tienen los españoles, se encuentra allí donde, desde el Ejecutivo o el gobierno en funciones, precise decretar y dicte, que puede ser en el acto o según se presente la ocasión de hacerlo a su antojo. 

Es por eso, que nadie en España ha podido ni puede controlar o evitar que, con más o menos abuso y corrupción de poder, pero siempre en una línea constante y permanente, dada la naturaleza corrupta de la forma de gobierno de la partitocracia que está establecida desde el 78, haya pasado por calamidades sociopolíticas, ni tampoco podrá esquivar ni parar la posibilidad de que, probablemente no tardando y como causa de la ausencia más que evidente de autoridad del mismo Régimen, vuelva la sociedad española a recibir otra sacudida de las que duelen o cualquier otra barbaridad e injusticia que se pretenda desde el Estado, manteniendo su imagen real y verdadera como la más espléndida tiranía.   

Como no hay nada mejor que estar precavido, invito a mirar los hechos y a la realidad que todos podemos ver y describirlo tal y como se ve, quiero inclinarme a la evidencia y aceptar que la sociedad española se resigna a la indiferencia, a buscar allí, una vez más, donde nunca encontró nada que es en la corriente de la mentira, de la ignorancia y de la cobardía, principios que acompañan, complementan y describen la esencia de la forma de gobierno a la que están sometidos. 

Para ser precavido, quiero decir la verdad, lo que veo, lo que nadie me puede discutir, y es que en España, se sigue hablando de democracia sin haberla, no se habla de Estado de partidos y apenas de Partitocracia que es lo que realmente hay como forma de gobierno, se sigue buscando pues en la mentira; así es que, son muchos los españoles indignados reclamando sus derechos, son muchos los que piden y suplican, los que se arrastran al poder, y atendiendo ese grado de indignación, se sigue sin saber realmente porqué pasa lo que pasa, es decir, se sigue buscando allí donde, hace no muchos años, se buscó, en la indignación, en el desconocimiento de las verdaderas causas de los males, se sigue buscando en la ignorancia, se sigue buscando en el mismo sitio porque no se sabe buscar en otro, no solo eso, es que no se quiere buscar en más sitios, no se quiere atender a nada más ya, aunque sea la verdad que se opone a la mentira; y como muestra, podemos ver reclamaciones en forma de derechos, cómo y de qué manera se sigue gritando por los derechos, y es que realmente no se lucha por la Libertad, esto es, muestra de la cobardía, de no hablar de la verdad y esquivarla, de tratar de esconderla hablando de cualquier cosa como asuntos internacionales, sucesos y hechos que a la Nación española no la trascienden y dando causa a los males con razones banales y ridículas. 

Y aunque sé que me quedo atrás muchas evidencias para mostrar la realidad pública en España, quisiera señalar la que es para mí una de las más importantes razones y causas que impiden avanzar y estar precavidos para una nueva sacudida desde el poder, me refiero a la confusión y a la sabiduría innata de muchos, o más bien de la mayoría, que cree para saber; que habla de opinión en lugar de querer describir lo que sí se puede ver; aquellos que prefieren sucumbir a la propaganda de los medios estatales y desechan el libre pensamiento para dar criterio real de las evidencias; seguir sin llamar a las cosas por su nombre provoca y está provocando cada día más y con más intensidad una pesadilla social, algo que se está volviendo insoportable para que las personas se puedan entender naturalmente. 

 

 

El relativismo de todo, es para mí, una de las mayores enfermedades y anomalías mentales de la que la sociedad española se ha podido contagiar, si no se puede afirmar nada como cierto, toda la duda será una fantasía o capricho de la imaginación, y es que, realmente, quién mejor que la evidencia de la realidad lo diga, y es muestra de la comodidad y de la cobardía de hecho, y es que, la sociedad española vive en una fantasía, en una mentira, en un mundo de apariencias que, a medida que pasa el tiempo, son cada vez más capciosas y más difíciles de destapar para los españoles; cuanto más pasa el tiempo en el laberinto del Estado de partidos, más difícil es salir de la confusión y de la mentira, más costará aceptar la verdad en cuanto a la complicidad y culpabilidad en todo esto, más personas serán las que se adhieran a esta ignominia con tal de escapar de la responsabilidad de reconocerlo, y no solo eso, que la experiencia nos dice, que más cómodo es vivir así, esperando a que el látigo suene cada vez más fuerte en la espalda de los súbditos españoles.  

Para ser precavidos, lo primero es llamar a las cosas por su nombre, reconocer la verdad, guste o no; en España no hubo un segundo de democracia hasta día de hoy, porque lo que ha habido en su lugar y hasta la fecha es un Estado de partidos, y como origen, esencia y el principio fundamental para que haya funcionado, funcione hoy y lo siga haciendo, es la corrupción de manera sistemática y como factor de gobierno, necesaria para mantener lo que hay, para que el motor funcione, para dar equilibrio a lo que vemos, no solo de los gobernantes, sino también, esa parte mayoritaria de la sociedad española que se muestra complaciente de que así sea, acudiendo a compartir y permitir de que todo siga igual y en la misma línea que hasta ahora; cuanto más siga siendo la intención de ir a la urna, más evidente es la anomalía mental y la cobardía de los que así se lo proponen; que no cambie nada a cambio de mostrar públicamente que se está de acuerdo con la corrupción que sostiene todo, que el “ciudadano de bien”, ese que vota por “Deber civil“, que ignora que es un Derecho político, lo cual las dos cosas a la vez, Derecho y Deber, no pueden ser, sea este el que sostenga su humillación, su servidumbre voluntaria y su vergüenza votando. Dónde podremos encontrar más cobardía, si se está a todo menos a lo que es y debe de ser, como si con los españoles no fuera la cosa.

“El consenso político ha matado a España”

 

Antonio HR, a 11 de abril de 2022.

2 comentarios de “Y la Libertad para cuando

  1. Teresa dice:

    Últimamente se habla mucho de la amnistía y tengo una duda. He escuchado que si se le concede a los separatistas, no podríamos luchar por la libertad colectiva ¿qué tiene de cierto o de falso y por qué?.

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